Dedicatoria.

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Para ti, por herirte con mis barreras.

Para mí, por hundirme en tanta desolación.

Mis más sinceras lágrimas, mis más desgarradoras disculpas.

Creí que nos protegía, pero terminé arruinándonos.

La tristeza del constructor de paredes. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora