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Uno no solo sufre por amor, a veces uno sufre por todo.

Somos gente como océanos; nos inundamos, nos agitamos, permanecemos en parsimoniosa tranquilidad o nos desolamos.

Todo océano tiene sus monstruos y los míos se convierten en fragmentos y versos distorsionados.

Cada monstruo tiene un poema y cada poema se plasma aquí.


[바다]

La tristeza del constructor de paredes. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora