Había Una Vez

Amelia y el ave de azúcar

Había una vez en un pequeño pueblecito, una familia cuyo padre era un leñador y tenía 2 hijos y 2 hijas y lamentablemente su esposa había muerto.

Un día el leñador enfermo durante una terrible nevada por lo que tuvo que quedarse en cama. Y no podría trabajar.

Entonces el asignó una tarea a cada uno de sus hijos para que pudieran ganar algo de dinero y no morir de hambre ya que el pueblo sufría de este.

A los dos hermanos más grandes los envío a trabajar, a la del medio le asignó la tarea de cuidarlo y cocinar, y la mas pequeña le dijo que por la mañana llevase los panes que su hermana cocinaba, venderlas en el pueblo vecino.

Entonces a la mañana siguiente su hija menor la cual se llamaba Amelia, cargo todos los panes en una enorme canasta de mimbre, y partió asia el pueblo vecino.

Para llegar a aquel pueblecito tenía que atravesar un bosque, pero en medio de este, ella se encontró con dos caminos, uno lleno de piedras y árboles caídos, y otro que estaba muy limpio y lleno de flores. Obviamente ella tomo el segunfo, pero luego de caminar y caminar no se encontraba con el pueblo,  por lo que empezó a dudar si este era el camino, entonces ella decidió retroceder pero ella quería llegar rápido a casa, por lo que se salió del camino y cruso por los montes ya que pensaba que podía ser un atajo.

Mientras ella cruzaba por los montes un pequeño siervo amarillo apareció, frente a ella y le dijo:

_"Alto allí jovencita no debes alejarte del camino ya que si te sales de este cosas malas podrían pasarte"_ dijo el pequeño ciervo.

Amelia quien estaba segura de que si cruzando los montes llegaría al pueblo, decidió ignorar al pequeño ciervo y siguió su camino. 

Pero al cruzar los montes no se encontró con el pueblo sino con un río el cual decidió cruzar pero antes de esto el pequeño ciervo volvió y le dijo:

_"no deberías cruzar el río y deberías volver al camino"

Amelia lo ignoro nuevamente y cruzó el río entonces el ciervo dijo
_"Yo te lo advertí sea lo que sea que te aparezca en tu camino tu te las arreglaras"

Entonces el ciervo se marchó y Amelia siguió pero cada vez estaba más y más lejos de casa y ya caía el sol y Amelia había comido las ogazas de pan y paso la norre cubierta de hojas.  Al día siguiente siguió y al siguiente pero al siguiente ella ya estaba hambrienta y sedienta.

Por otro lado en casa de su padre, el estaba muy bien y había curado perfectamente y volvió a trabajar, pero estaba muy preocupado por si hija, por lo que mando a sus 3 hijos a buscarla pero estos no la pudieron encontrar.

Amelia tenía tanta pero tanta hambre que se tiró al suelo pensando que moriría de hambre pero frente a ella una pluma blanca calló, ella la also y del hambre que tenía la probó y al acerlo se dio cuenta de que estaba echa de azúcar, entonces ella se paró y descubrió un rastro de estas plumas, asta que se encontró con un pájaro de azúcar, y del hambre que tenía empezó a corretiarlo pero este empezó a volar.

Amelia estuvo un buen rato corretiandolo asta que descubrió que el suelo estaba lleno de azúcar y los árboles asian miel de maple.

El ave cruzo entre unos grandísimos árboles y cuando Amelia también lo izo se encontró con, todo un reino echo de comida de todo tipo.

Ella decidió quedarse en ese reino ya que en su casa almenos ahora sin ella tendrían que comer. Y comió todo lo que pudo asta que ya no le calzaba más es su barrigita.

Pasó una semana desde que ella vivía en ese reino y entre esa semana ella conoció al ave de azúcar quien le dijo.

_"te e guiado asta aquí por que no pude verte sufrir"