cap 24

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- Bueno, Príapo aún está un poco sensible con respecto al tema. Parece que lo ve como el último de tus insultos. 

- ¡Ah, ya entiendo! — gruñó Niall— El hermano mayor está enfadado conmigo por haberme atrevido a tomar a una de sus vírgenes consagradas, ¿es que esperaba que me sentara tan tranquilo y dejara que él matara a mi familia a su antojo? — La ira que destilaba su vozhizo que a ____ se le erizara el vello de la nuca — ¿Te molestaste en preguntarle a Príapo por qué fue tras ellos?.

Cupido se pasó una mano por los ojos y dejó escapar un suspiro entrecortado.

- Claro, ¿recuerdas que perseguiste a Livio y lo derrotaste en Conjara?. Pues él pidió que se vengara su muerte, justo antes de que le cortaras la cabeza.

- Estábamos en guerra.

- Ya sabes lo mucho que siempre te ha odiado Príapo. Estaba buscando una excusa para poder lanzarse sobre ti sin temor a sufrir represalias; y se la diste tú mismo.

____ observó a Niall, cuyo rostro era una máscara inexpresiva.

- ¿Le has dicho a Príapo que quiero verlo? — le preguntó.

- ¿Estás loco?. ¡Maldición!. Claro que no. Mencioné tu nombre y estuvo a punto de estallar de furia. Dijo que podías pudrirte en el Tártaro durante toda la eternidad. Créeme, no te gustaría estar cerca de él.

- ¡Ja! ¡Me encantaría!

Cupido asintió.

- Vale, pero si lo matas, tendrás que vértelas con Zeus, Tesífone y Némesis.

- ¿Y crees que me asustan?.

- Ya sé que no, pero no quiero verte morir de ese modo. Y si no fueses tan terco como una mula, al menos durante tres segundos, tú mismo te darías cuenta. ¡Venga ya!. ¿De verdad quieres desencadenar la ira del gran jefe?.

Por la expresión de Niall, _____ hubiera dicho que le daba exactamente igual.

- Pero — continuó Cupido —,mamá señaló que existe un modo de acabar con la maldición.

_____ contuvo la respiración mientras la esperanza revoloteaba en los ojos de Niall. Ambos esperaron a que Cupido se explicara. En lugar de seguir, él se dedicó a observar el interior del sombrío local.

- ¿Crees que esta gente se come esta mier… ?.

Niall chasqueó los dedos delante de los ojos de su hermano.

- ¿Qué hago para romper la maldición?.

Cupido se arrellanó en el asiento.

- Ya sabes que todo en el universo es cíclico. Todo lo que comienza tiene un final. Puesto que fue Alexandria la que originó la maldición, debes ser convocado por otra mujer dedicada a Alejandro. Una que también necesite algo de ti. Debes hacer un sacrificio por ella y… — entonces, estalló en carcajadas.

Hasta que Niall se estiró por encima de la mesa y le agarró por la camiseta.

- ¿Y… ?.

Él le dio un empellón para que le soltara y adoptó una actitud seria.

- Bueno… — continuó mirando a ____ y a Selena — ¿Nos disculpan un momento?

- Soy una sexóloga — le dijo _____ — Nada de lo que digas podrá sorprenderme. 

- Y yo no pienso levantarme de esta mesa hasta que escuche los jugosos cotilleos — confesó Selena.

- De acuerdo entonces — convino Cupido, mientras miraba de nuevo a Niall — Cuando la mujer consagrada a Alejandro te invoque, no podrás meter tu cucharita en su jarrita de mermelada hasta el último día. Será entonces cuando debáis uniros carnalmente antes de la medianoche, y te encargarás de no separar vuestros cuerpos hasta el amanecer. Si sales de ella en cualquier momento, por cualquier motivo, regresarás de inmediato al libro y la maldición seguirá vigente. 

Niall maldijo y miró hacia otro lado.

- Exactamente — le contestó su hermano — Sabes lo fuerte que es la maldición de Príapo. No hay una puñetera forma de que aguantes treinta días sin tirarte a tu invocadora.

- Ése no es el problema — dijo Niall entre dientes — El problema radica en encontrar a una mujer consagrada a Alejandro que me invoque.

Con el corazón latiendo desenfrenado a causa de los nervios, ____ se incorporó en el asiento.

- ¿Qué significa lo de «una mujer consagrada a Alejandro»?.

Cupido encogió los hombros.

- Que tiene que llevar el nombre de Alejandro.

- ¿Como apellido o nombre? — preguntó ella.

- Sí.

____ alzó los ojos y buscó la mirada apesadumbrada de Niall.

- Niall, unos de mis nombres es Alexandra.

Niall miró fijamente a _____; su mente no paraba de darle vueltas a lo que acababa de decir. ¿Sería cierto?. ¿Podría atreverse a creerlo?. ¿A tener esperanza después de tanto tiempo… ?.

- ¿Tu oro nombre es Alexandra? — repitió, incrédulo.

- Sí — le respondió ella, con una sonrisa alentadora en el rostro.

Cupido observó a su hermano con una mirada severa.

- ¿Ya han intimado ustedes dos?

- No — contestó Niall — Aún no — y pensar que había estado enfadado por eso…

-..... había evitado que cometiera el tercer error más grande de su vida. En ese momento la besaría. Una sonrisa iluminó el rostro de Cupido.

- Bueno, maldita sea mi suerte… En fin, mejor no nombrar la cuerda en casa del ahorcado… Nunca he conocido a una mujer que pudiese estar cerca de ti más de diez minutos sin arrojarse a…

- Cupido — le cortó Niall, antes de que soltara un largo discurso acerca del número de mujeres con las que se había acostado — ¿Tienes algo más que decir que nos sea útil?. - Una cosa más. La fórmula de mamá sólo tendrá éxito si Príapo no lo descubre. Si lo hace, podría evitar que te liberaras con su característica mala sombra. Niall apretó los puños ante el recuerdo de algunas de las acciones más repugnantes de su hermano. Por alguna razón que no alcanzaba a comprender, Príapo le había odiado desde que nació. Y con el paso de los años, su hermano había dado un nuevo significado a la expresión «rivalidad fraternal». Niall dio un sorbo a su bebida. - No lo descubrirá a menos que tú se lo digas. - A mí no me mires — replicó Cupido — No soy de los suyos. Me confundes con el primo Dion. Y ahora que lo recuerdo, tengo que reunirme con mis chicos. Planeamos hacer un gran tributo al viejo Baco esta noche alargó el brazo y dejó la mano con la palma hacia arriba — Mi arco, si eres tan amable — Con mucho cuidado, para no pincharse, Niall lo sacó del bolsillo y se lo devolvió. En ese momento percibió la extraña mirada de su hermano mayor; una mirada de afecto sincero. - Estaré cerca por si me necesitas. Sólo tienes que llamarme; por mi nombre, nada de Cupido. Y por favor, deja eso de «bastardo inútil», ¡joder! — le miró con una sonrisa presuntuosa — Debería haber sabido que eras tú.

Niall no dijo nada mientras recordaba lo que había sucedido la última vez que tomó la palabra de su hermano, y le pidió ayuda. Cupido se levantó, miró a ____ y a Selena, y sonrió a Niall. - Buena suerte con tu intento de obtener la libertad. Que la fuerza de Ares y la sabiduría de Atenea te guíen. - Y que Hades se encargue de asar tu vieja alma. Cupido lanzó una carcajada. - Demasiado tarde. Lo hizo cuando sólo tenía trescientos años y no fue tan horrible. Nos vemos, hermanito. Niall no habló mientras Cupido se abría camino hacia la puerta de salida, como cualquier ser humano normal. La camarera les trajo el pedido y él cogió la extraña comida, consistente en un trozo de carne metido en dos rebanadas de pan; pero en realidad no tenía mucha hambre. Había perdido el apetito. ____ cubrió la carne con una cosa roja, la tapó con el pan y le dio un bocado. Selena picoteaba de una ensalada aderezada con la misma salsa. Alzando la mirada, ____ se dio cuenta del ceño con que Niall la observaba mientras comía. Parecía aún más preocupado que antes, y tenía la mandíbula tan tensa que se veía que estaba apretando con fuerza los dientes. - ¿Qué te ocurre? — le preguntó. Él entrecerró los ojos suspicazmente. - ¿Estás dispuesta realmente a hacer lo que Eros ha dicho?.

Dream Lover |n. h. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora