Soy Natalie, Natalie Stone, pero para vosotros soy Natt, encantada. Soy una chica cualquiera como tú, como yo, con una melena castaña que me llega por debajo de los hombros, los ojos color miel con un toque dorado, una estatura media de 1,63cm y uno...
Frase del día: Si, sé que no quieres verme, que te tendría que dejar ir, pero por si acaso no encuentras lo que buscas, estaré esperando justo aquí.
Cap.
-Unos golpes en mi ventana me despertaron, cuando mire hacia ella vi quien era, así que hice lo más inteligente, darme la vuelta y seguir durmiendo.
Escuche como gruñía al ver que le ignoraba 'será infantil' pensé mientras ponía una almohada encima de mi cabeza, cuando de repente sentí que tiraban de mi edredón.
-¿Pero qué haces?... tonto de culo-dije lo último en un murmuro al intentar recuperar el sueño.
-¡Despierta dormilona tenemos que ir a por la rama para poder ver a tu padre!- no le hacía falta repetirlo una segunda vez ya que me desperté y me fui a la ducha tan rápido que casi me tropiezo con mi propio pie.
-¿Qué debería ponerme? –dije mientras encendía el agua.
-Ya te preparo la ropa, como máximo estaremos unas tres horas ahí, así que no hace falta que te lleves mudas. –Dijo alzando la voz para que pueda escucharle desde el baño.
-Vale, gracias.- dije sonriendo por su acto de amabilidad por querer prepararme la ropa.
Termine de darme a ducha, aproveche para lavarme los dientes, se me seque dentro del baño para no mojar el suelo de mi habitación, enrolle la toalla alrededor de mi cuerpo y salí de ahí, para ver que me había preparado para ponerme.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Gracias, ni sabía que tenía esto en el armario.-dije una vez vestida saliendo del armario vestidor.
-¿Estas preparada?- preguntó mientras yo me dirigía a la cocina a comer algo.
-Sip, pero voy a comer algo primero ¿Tu comes?-Le pregunte al no saber si le tendría que cocinarle algo a él también.
-Pues, si como y mucho – dijo abriendo la nevera.
-Pensé que los muertos no comían.-Dije confundida.
-Tú mismo lo has dicho, los muertos, yo no lo estoy. Todo lo contrario, soy inmortal.
-¿Qué te apetece? ¿Tortitas con virutas de chocolate? –dije ya sacando los ingredientes de la despensa.
-Claro, preparo el zumo de mientras.-dijo agarrando la bolsa de naranjas para exprimirlas.
Salimos de casa y nos dirigimos hacia las calles más abandonas, cuando le preguntaba cuando faltaba me decía que poco lo que me estaba agotando la paciencia ya que ese poco acabo siendo 2 horas de caminata. Nos metimos en un callejón que no tenía salida y eso hizo que mi paciencia se agotase por completo.
-¡Khárôn! Estoy cansada, llevamos dos horas caminando ¿para qué? ¿Para acabar en un callejón sin salida? Dilo, no sabes dónde estamos ¿cierto?-Dije con irritación en la voz.
