Capítulo 3: Saben... ser amamantado no esta tan mal...

253 23 20
                                    

Después de un par de horas logró abrir mis ojos, y sigo sin podes ver mucho más lejos de un metro de distancia (o al menos eso creo... en este cuerpo todo parece inmenso...), justo sobre mi puedo ver varios objetos voladores que no logró identificar, sólo puedo distinguir un pálido color violeta, y rosado en ellos (lo único que espero es que no sea lo que creo que es...).

Tardó un rato en intentar acostumbrarme a mi nueva anatomía, pequeños movimientos aquí y allá, una pequeña patada (y por supuesto, una bofetada totalmente fuera de mi control... soy el rey demonio... no debo llorar...).

Casi sin previo aviso una sensación desconocida invadió mi cuerpo, un vacío en mi zona abdominal todavía sin desarrollarse por completo (¿acaso esto es a lo que los humanos llaman hambre? Que sensación tan horrible... quiero que desaparezca...), en mi antiguo cuerpo la energía era absorbida directamente del miasma que emanaba mi Castillo, lo que impedía que sintiera la necesidad natural de los mortales de satisfacer sus estómagos.

-<Bebé*> waaaaa ¡waaaaaaaaaa! ¡waaaaaaaaaa!

Inconscientemente mi cuerpo procede a llorar de forma involuntaria (lo juro por Satán, yo no quería hacerlo... agh, que vergüenza... io no soy así...), y de un momento a otro aparece mi progenitora.

-<Eliza> llega corriendo a la habitación casi de inmediato cuando escucho mi sonoro llanto y con una delicadeza casi natural levanta mi cuerpo para calmarme- shu shu shu shu shu... ¿Qué sucede cielo? ¿Algo te despertó?.

Con pequeños saltitos empieza a arrullarme, pero mi cuerpo sigue sin detener su sonoro e involuntario llanto, y la situación continua durante algún tiempo.

-<Bebé>¡waaaaaaa! ¡waaaaaaaa! ¡waaaaaaaa! ¡waaaaaaaa! ¡waaaaaaaa! ¡waaaaaaaa! ¡waaaaaaaa!

Nota del autor: Dios, esta parte me recuerda cuando me tocó cuidar a la "tropa" en unas vacaciones (tropa = 6 primas pequeñas y un primo varón... mi familia es bastante numerosa) es... estresante cuando menos...

-<Eliza> ya, ya, Mami ya está aquí -dice mientras descubre su hermoso pero discreto cofre- ya es la hora de comer, Di aaaaaah!

En ese momento detengo mi llanto, (saben, este no es el primer par de pechos que veo, ni el más grande, pero su forma es tan hermosa que me quede embobado unos segundos... puede que no halla nacido como los mamíferos, pero sigo teniendo instintos...) para que justo después empujen mi pequeño rostro contra uno de sus pezones, casi automáticamente mi cuerpo toma el control de mis acciones y empiezo a succionar directamente de ella, una mezcla de líquido lechoso algo dulce y de color roza (¿¡esto es sangre?!... ¡sabe a sangre! ¡¿Por que le sale sangre?! ¡¿le hice daño?!)

Nota del autor: Si se preguntan por que sale sangre, la respuesta es sencilla, por que los bebés cuando chupan el pezón por primera vez desgarran un poco de piel (o por lo menos en el caso de mi familia es así) no es mal de morir, sólo es como un chupón bastante fuerte, lo doloroso es cuando al bebé le empiezan a salir los dientes... ya saben por que...

-<Eliza> ou... eso dolió... pequeña traviesa, se ve que tienes hambre...

Sin detenerme, continuo succionando el alimento que me proporciona mi progenitora durante un buen rato mientras que ella sólo me observa con una dulce sonrisa y con su dedo cariñosamente toca mi nariz

-<Eliza> Sabes, eres la cosita más linda que he visto... de seguro serás una hermosa niña cuando crezcas, y una elegante señorita.

Y por la misma puerta por donde ella entró, apareció de forma estrepitosa y sin una pizca de delicadeza, aquel que se hace llamar mi padre.

Soy el Rey demonio... y el hijo del héroe... ¡¿y una Princesa elfa?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora