Malentendidos

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Pov Yui

Al oír aquella voz volteé asustada pensando que había hecho algo malo al acercarme al pequeño perro, mantuve mi cabeza baja esperando un regaño de la persona de la cual no conocía su nombre.

— Perdón... Se que no debí acercarme al perro —. Hable escuchando mi voz temblorosa.

El perro al ver la atmósfera tensa se fue dando pequeños saltitos adorables hasta salir del pasillo.

— Lo siento... No quise asustarte Yui —. Si mal no recuerdo, el nombre de esta persona es Lindo, cierto?

Ahora que lo recuerdo Ritsu-chan había mencionado que su primo la esta acompañando y me mostró una foto de Lindo.

Pov Lindo

Esta chica estaba junto a Ritsuka hace un momento, deduciendo por las marcas de mordidas en su cuello, ella es la fuente de sangre de aquellos sucios vampiros. Sera seguro para Ritsuka si se acerca a ella?

— Mi nombre es Lindo —. Suspire un poco molesto al haberme olvidado presentarme.

— Un gusto conocerte Lindo. Ritsu-chan me hablo de ti —. Ella me dedico una sonrisa sincera.

Pov Yuma

Maldición! Todo la maldita mansión apesta a demonios! Donde mierda estará la cerda, estoy sediento desde que los asquerosos Sakamaki se la llevaron!

Maldecía mentalmente a todos los que estaban en la mansión, cada vez estaba más cerca a la cerda, un pasillo más y podre aliviar mi sed.

Antes de seguir caminando hasta la cerda escuche un gruñido proveniente de uno de los pasillos de la mansión. No sonaba tan feroz para ser un lobo  pero igual debía ver que es.

A medida que me acercaba, los gruñidos se hacían un poco más fuertes; cuando estuve lo suficientemente cerca pude ver claramente que era un perro pequeño.

— Que hace una bola de pelos en la mansión?!—. Levante al animal de su pelaje dejandolo a la altura de mi rostro. Pude ver que el perro se movía para soltarse.

— Deja de moverte, bola de pelos!—. Proteste molesto. De pronto todo a mi alrededor se volvió de neblina por un momento imposibilitandome ver al perro.

— A quien le dices bola de pelos, tonto! —. Cuando el humo se disipó completamente, observe que había dejado de estar agarrando al perro y estaba sujetando de la camisa a un hombre.

— A quien le dices tonto, enano!—. Grite molesto porque el enano me había ofendido.

— Callate, tonto gigante! —. Rei sarcástico mientras el enano se movía violentamente y golpeaba mi mano para que lo soltase.

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⏰ Última actualización: Feb 26, 2018 ⏰

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