segunda oportunidad CANCELADA

ayudando a una flor

En el subsuelo justo en la entrada de las ruinas estaba flowey, estaba algo aburrido así que se la pasaba hablando con un arbusto; era algo extraño de ver pero ayudaba a que el tiempo pasara más rápido.

-¡ese niño no me ha visitado en 2 semanas! Pero quien lo necesita, puedo divertirme contigo greeny- dijo flowey

El arbusto (por obvias razones) no se movió, lo que hizo enojar a la flor.

-¡¿ahora habló con objetos inanimados?! ¡Esto es patético!- dijo la flor

-¿por qué lo haces entonces?- dijo una voz femenina

Flowey volteo y detrás estaba una figura, algo transparente, de una mujer lobo. Sus ojos eran completamente blancos, tenía un vestido negro de mangas largas que cubría parte de sus manos, y tenía una ligera sonrisa en el rostro.

-¿y usted quién es? Nunca la había visto por aquí- dijo flowey

-es que no suelo alejarme de mi placa, pero creo que esta vez es necesario- dijo la mujer agachándose a la altura de la flor

-¿qué? ¿Por qué me miras tan fijo?- dijo flowey haciéndose un poco para atrás

Uno de los ojos de la mujer se volvió azul y una maceta junto a una pala se acercaron flotando.

-¿y eso para qué? No tendrás pensado sacarme ¿verdad? Porque podría matarte si quiero- dijo flowey cambiando su expresión a una aterradora

-yo ya estoy muerta, pero quiero que me hagas un favor- dijo la mujer mientras sacaba una carta y se la daba a flowey

-¿para mí?- dijo la flor tomándola con una de sus raíces

-no, es para ese niño que siempre te está visitando, cuando él la lea entonces decidirá si te la muestra o no, pero no le digas a nadie que fui yo quien te la dio- dijo la mujer

-¡¿me viste cara de mensajero?! ¡¿Por qué no se la da usted?!- dijo flowey molesto

-yo no puedo cruzar, sin mi cuerpo simplemente me desvanecería y mi poder no puede regenerar mi cuerpo aunque absorba toda alma existente, pero creo que si te puedo ayudar- dijo la mujer acariciando los pétalos de la flor

-¡no me toque!- dijo flowey alejando a la mujer

La mujer hizo aparecer un corazón en su pecho, era su alma, y con las manos corto un pedazo; flowey hizo una mueca de dolor, no creía que eso era posible pero se veía doloroso, además de que el sonido que hacía era poco tranquilizador

-toma, cómetela- dijo la mujer dándole el pedazo de corazón

-¡no, ni loco voy a comerme eso! ¡Menos si es de alguien tan raro como usted!- dijo flowey con cara de asco

-¿y si te digo que volverás a sentir?- dijo la mujer

-si claro, como no- dijo flowey

-mira esto funciona así, tu tomas algo mío y a cambio yo me quedo algo tuyo, yo te doy mi capacidad de sentir y tú me das tu frialdad- dijo la mujer

Flowey se quedó pensando unos segundos, no estaba seguro si podía confiar en esa mujer, pero había algo en ella que lo tranquilizaba

-de acuerdo ¡ya dame eso!- dijo flowey abriendo la boca

La mujer sonrió y con gusto le dio el pedazo de alma a la flor. Para sorpresa de flowey no sabía mal, sabia dulce parecido a un caramelo de mantequilla. Pero no pasó nada, absolutamente nada.

-¡Hey, me mentiste, no ha pasado nada!- dijo flowey

-no, al menos no aun, el efecto va a tardar al menos hasta que encuentre a los otros 2- dijo la mujer

-¿otros 2?- dijo flowey

-si, tal vez no puedo volver, pero si ustedes llevan una parte de mi alma es como si estuviera afuera; además, una vez que termines tu misión ya no la necesitaras y de nuevo seré libre- dijo la mujer

-¿qué misión?- dijo flowey

-bueno, en realidad es difícil saber, nunca le había dado parte de mi alma a nadie antes... creo que deberás aceptar lo que sientas- dijo la mujer

-¿y por qué hacerlo ahora? Digo, la parte de darle tu alma alguien a quien no conoces bien- dijo flowey

-¿por qué no hacerlo?- dijo la mujer tomando la pala

-se me ocurren muchas razones coherentes- dijo flowey

-pues, yo confió en ti querido amigo o debería decir ¿príncipe asriel?- dijo la mujer sacando con cuidado a flowey de ahí

-¡¿pero cómo es que...?!- dijo flowey sorprendido

-te he observado desde hace un tiempo, por lo que veo tú y mi hijo no se llevan muy bien- dijo la mujer colocando a la flor en la maceta

-¿tu hijo, quien?- dijo flowey

-ya lo sabrás, todos sabrán, en fin voy a dejarte aquí por esta noche, mañana vendrán por ti y tal vez te sientas extraño- dijo la mujer levantándose

-¿ya se va? ¿Segura que no desea explicarme algo más?- dijo flowey

-no te sientas solo, duerme un poco ahí podrás hablar conmigo todo lo que desees- dijo la mujer caminando hasta desaparecer

-vaya mujer rara ¿verdad greeny?- dijo flowey hablando con el arbusto otra vez