2. Informando

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Harry no pudo evitar ponerse pálido, primero lo ocurrido en su cumpleaños a hora esto, estaba seguro que de haber estado de pie se tambalearía, con manos temblorosas se sostuvo de la mesa para ayudar a pararse, giro su cabeza esperaba que nadie haya notado su reacción, pero no tuvo suerte, Snape y Dumbledore lo notaron el primero le dirigió una mirada cargada de sospecha y el segundo una llena de preocupación, sin perder tiempo salio del gran salón necesitaba tranquilizarse, esa profecía eran malas noticias.

- Severus... - llamo en voz baja el director, sobresaltando al maestro de pociones quien no se había dado cuenta del acercamiento del director - creo que es necesaria una reunión con la orden - continuo en tono bajo para después retirarse sin esperar una respuesta - ¡Atencion! - dijo con voz fuerte ganado toda la atencion de alumnos y profesores - Por favor todos vuelvan a sus salas comunes, confio en los prefectos para llevar a cabo esta tarea - casi al instante los prefectos de cada casa se encontraron dirigiendo a todos a sus respectivas salas comunes, minutos más tarde ningún estudiante quedaba en el gran comedor - Creo que será mejor que todos vengan a mi oficina - suspiro para después salir.

Desde que salió del Gran comedor no había parado de correr, "¡Maldición!, ¡Maldición!,¡Maldición!, ¡Maldición!, ¡Maldición!, ¡Maldición!, ¡Maldición!, ¡Maldición! no dejaba de repetir mentalmente, "¡Una maldita profecía como si mi vida no fuera tan complicada ya!, ahora una profecía viene, aunque bueno menciono algo sobre que la luz y oscuridad trabajen juntos eso tal vez signifique que Dumbledore deje de controlar mi vida podría ser mi verdadero yo" pensaba esperanzado el pelinegro sin detener su marcha por los pasillos del magnifico castillo, de repente un sonido se escucho no distinguió con exactitud que fue teniendo que detenerse para ver si volvía a escucharse, ahí estaba el sonido excepto que no era un sonido cualquiera para su desgracia en ese momento, era el sonido de una risilla burlona y maliciosa que conocía muy bien desde su cumpleaños más reciente

- El bebé esta de mal humor - se escucho entre risas

- ¿Qué quieres Elne? - pregunto con fastidio al mismo tiempo que cruzaba los brazos sobre su pecho

- ¿El bebé esta enojado?, ¿Acaso le están saliendo ya sus dientitos? - Al final del pasillo se comenzó a materializar la figura de lo que parecía ser una chica de cabello negro profundo largo hasta más abajo de sus caderas, piel blanca como porcelana, un blanco antinatural, enigmáticos ojos uno verde y otro azul, de orejas puntiagudas como las de los elfos en los cuentos muggles, vestido con ropas extrañas parecidas a la ropa hindu, pero con Elne nunca se sabia pues aveces solia mezclar ropa de diferentes paises, con tranquilidad se fue acercando a Harry hasta estar justo en frente

- No pero agradecería que dejes las tonterías por un momento algo sucedió hoy - clavo su mirada el ser ante el

- Vaya pero si el mal humor es malo para la salud - Elne al ver que el menor no le contestaba con algún comentario sarcástico como comúnmente hacia frunció en ceño - Bien, ¿qué es ese algo sin importancia? - pregunto de mala gana

- No carece de importancia - respondió cortante

- Lo es para mi bebé - sonrió de forma enfermamente dulce

- No me llames bebé lo odio - en ese momento la sonrisa del ser se ensancho volviéndose un tanto tétrica y frente a sus ojos el ser redujo su tamaño cambiando completamente ahora con el se encontraba un pequeño niño de no más de tres años

- ¿Y porqué es eso bebé? - interrogo en tono burlón sabia a la perfección la respuesta pero adoraba molestar al ahora mayor

- ¡Elne basta!, lo que quiero decirte es importante - se desespero ante la actitud del otro

TricksterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora