4. Conversación

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Sentía que se le partía la cabeza, alzó la mirada, negro todo era negro, "Un bonito y gran espacio en negro, sin nada alrededor" pensó, giro la cabeza un par de veces buscando al idiota ser que solía hacerle compañía cada vez que venia al "hermoso" lugar sin nada, más no lo encontró, suspiro tendría que ir a buscar al irritante ser, vio como delante de él, se formaba un camino no era más que una línea color gris en dirección recta en el suelo, o en lo que creía era el suelo, alzó una ceja para luego negar con la cabeza.

Juraría que había estado caminando durante días y todo lo que veía era el maldito camino gris ¿es qué no tenía final?, observo el camino, seguía y seguía en línea recta, estuvo durante mucho tiempo viendo aquella línea gris con si esta fuera a decir por si misma algo de importancia, entonces se dio cuenta "¡Maldición Elne!" la maldita línea era una trampa, se inclino, pasó su mano por la línea encontrando lo que parecía ser un pequeño pico fuera de lugar, era como en esas ocasiones en la escuela muggle, en que pegabas un recorte pero siempre quedaba ese pico o esquina de papel que no se pego por completo, acerco su cara al suelo, y se dio cuenta que no era el único pico en la línea gris, más adelante a unos dos metros estaba otro, sintiendo como su enojo crecía, en solo movimiento jalo el estúpido pico de lo que ahora sabía era papel. ¡Un maldito papel!, al desprenderse vio como debajo se encontraba un pequeño cuadro era como si estuviera dibujado con gis, molesto se levanto, camino al otro pico de papel, se agacho para jalarlo, teniendo el mismo resultado, debajo un cuadro dibujado sobre el suelo, suspiro tratando de calmarse nada bueno saldría si se enojaba y hacia alguna tontería, paso sus manos por el cuadro ¡No era más que un dibujo!, enojado comenzó a maldecir al estúpido cuadro, al ver nada ocurría decidió golpear con su puño, el cuadro, decir que no fue la mejor idea de su vida era bueno... Cierto, el dolor atravesó su mano haciéndolo jadear, estaba seguro que su mano ahora esta rota. Sentando en el suelo llevo su mano al pecho, ¡justo lo que necesitaba incapacitado de una mano!, llevo su otra mano al suelo para recargarse, entonces lo sintió en una de las esquinas del cuadro era una pequeña elevación, nunca la hubiera notado si solo pasaba su mano por dentro del cuadro, sin tocar la línea, ahora se daba cuenta de lo tonto que fue, con cuidado de no lastimar más su mano se movió, para quedar en una posición en que le fuera fácil jalar el cuadro al hacerlo este se abrió como si fuera la tapa de una caja, aun adherida por uno de sus lados al suelo, por dentro se veía lo que parecía ser una habitación.

Era como la sala de la tía Petunia, solo que esa sala era más grande, las paredes de un color crema, en la habitación había tres sofás de diferentes tamaños uno era individual, eran de color negro no sabía cual era la tela que tenían pero los hacia ver bien, elegantes y parecían ser cómodos, sin pensar demasiado pues ya sabía que hacer, metió sus piernas por el cuadro después poniendo su mano que no estaba lastimada en frente justo en el borde, sin pensarlo más salto pero como aun se sostenía con su mano quedo colgado, pues no quería lastimarse más por haber saltado de muy alto, cuando estaba seguro que caería en el sofá mediano se soltó, claro que aun así tuvo dolor al caer.

Observo la habitación, antes no se dio cuenta pero ahora que estaba dentro, veía más detalles todos los objetos gritaban ¡Caro!, todo era de gran valor, suspiro otra vez, de forma pausado se levanto del sofá la próxima vez que hiciera algo así se aseguraría de no quebrarse la mano, camino a la puerta al abrirla vio que daba a un pasillo obscuro lleno de puertas, de nuevo se encontró caminando hasta llegar a una puerta dorada, molesto la abrió, un bello jardín fue lo que lo saludo del otro lado el jardín más hermoso que alguna vez haya visto y unos metros más alejado, una mesa hecha completamente de cristal, con dos asientos de madera negra con hermosas figuras talladas, en uno de los asientos estaba Elne leyendo un libro de portada roja, tomando lo que parecía y estaba seguro que era pues conocía muy bien al ser, era Té.

TricksterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora