Ni
-¿Podemos salir ya…? –Pregunté apartando con mi mano un mechón de pelo que caía hacia mi cara.
-Aun no Ni... –Me dijo Niall dándome un pequeño apretujón en la mano izquierda y sonriéndome. –Lo siento…
-No es culpa tuya que miles de personas se vuelvan locas al verte… eres demasiado sexy.
-¿Estoy soñando o acabas de decir que soy sexy?
-Definitivamente estas soñando. –Dije yo riéndome.
-Cariño no mientas, que este cuerpo –Dijo Niall señalándose a sí mismo de arriba abajo – es el cuerpo más deseado del mundo, toda una delicia irlandesa.
-Eso no lo discuto… -Dije yo sacándole la lengua.
La verdad es que la situación en la que nos encontrábamos Niall y yo en aquellos momentos era algo incomoda. Estábamos los dos dentro de un pequeño armario, él sentado en el suelo y yo en su regazo ya que no había más espacio. Aun no comprendo cómo entramos aquí, todo paso muy deprisa, yo solo hacía que seguir a Niall y guiarme por él hasta llegar en este diminuto espacio.
De repente mi móvil empezó a vibrar en mi bolsillo lo saque y la alegría de ver en la pantalla “Perrielee” era enorme.
-Hola
-Hola Ni Zayn ya está despierto no corre ningún peligro y podemos volver cada uno a nuestro oficio y vida y estoy tan feliz ay dios mío he llorado como nunca y…
-Perrie…
-Su madre también estaba y parecíamos dos fuentes pensaba que inundaríamos el hospital y tendrían que sacarnos con barcos hinchables como en las películas y…
-¡Perrie! No he entendido nada, pareces una radio, hablas muy rápido.
-Uy… lo siento, estoy muy feliz y claro… -Dijo ella dando un suspiro de alegría. – La cuestión es que Zayn está bien, más tarde ya hablaremos. ¡Un beso!
-¿Qué quería? –Me dijo Niall mientras acariciaba mi mejilla tiernamente, definitivamente si seguía haciéndolo mi cerebro le saldrían chispas. –Eh… que Zayn ya está bien, todo en orden ahora mismo.
-Eso es una genial noticia Ni. –Me dijo dándome un beso en los labios como celebración.
…
-¿Estás seguro?
-Sí, tú tranquila. –Me dijo dándome un beso en la palma de la mano derecha y sonriéndome.
-Bien. –Dije algo nerviosa sin motivos.
Saque del bolsillo de mi pantalón la llave del nuevo piso, era pequeño pero muy acogedor. Abrí la puerta lentamente y claramente pude oír pasos apresuradas hacia nosotros, mi madre.