Kuroko comenzaba a desconocerse a sí mismo y sobre todo a su cuerpo. Su mente quería estar en calma y pensar tranquilamente como siempre hacía, pero últimamente al estar al lado de Kagami le resultaba completamente difícil ya que, el solo saber que ella estaba cerca, su cuerpo se volvía un manojo de nervios y su corazón se aceleraba. Además de esto, para rematar y lo más odioso era los nuevos y recurrentes sueños eróticos que su cuerpo le provocaba.
El peli celeste trataba entonces calmarse lo más que podía, sin embargo muy pronto comenzó a identificar bien ese sentimiento, ese sentimiento que a dos de sus antiguos compañeros de Teiko había metido en problemas.
—...Pero, me prometí no ser como ellos. —Se quedo pensativo Kuroko mientras seguía con la mirada las jugadas de Taiga.
—Kuroko, veo que sigues demasiado a Kagami, ¿es linda, no crees? No, me digas, ¿a caso ella te gusta? —Le preguntaba burlonamente uno de sus compañeros.
—Sí, me gusta. —Le respondió Kuroko sonriendo ligeramente. Cosa que hizo callar de sorpresa a su compañero y a otros tantos que habían escuchado la conversación mientras un extraño escalofrío les recorría el cuerpo.
Kuroko no lo había pensado realmente mucho, pero si tenía algo en claro y era que Kagami le agradaba bastante, tanto que, la palabra amistad, no podía caber para lo que comenzaba a sentir por ella.
Aun con esto Kuroko no sabía ahora qué era lo que Kagami pensaba de él, por lo que no creía factible el solo hecho de declararse, así que, mientras la observaba cada parte de ella y de sus actitudes, llegó a la conclusión: que no podría declararse directamente.
La primera razón para ello, era el mismo, después de todo tener el valor de hacerlo, no lo tenía al cien por ciento, y la segunda y más importante, al parecer Kagami era una chica que no estaba nada interesada o preocupada por el amor o por lo que los chicos pensaran de ella, además de ser muy distraída y despistada.
—Seguro si me le declaro directamente pensará que es una broma o confundirá las palabras y pensará que me refiero a otra cosa... —Pensaba para si Kuroko mientras tomaba su malteada de vainilla en el Magi, esperando como siempre a que la distraída peli roja se sentara frente a él. Cosa que no tardo mucho en suceder.
— ¡Ah, Kuroko, tu de nuevo! —Le reclamo la chica al percatarse de su presencia, sin embargo, al ver que este, como siempre estaba renuente a cambiarse de lugar, cambió el tema: —Oye hacia tiempo qué te quería preguntar, ¿por qué no seguiste a tus compañeros de la generación de los milagros? ¿O bueno, por qué no entrenar a alguna de tus ex compañeras en lugar de a mí?
—Supongo que es porque teníamos ideas diferentes. Siempre sentí que faltaba algo en esos equipos —Le explico entonces Kuroko sin dejar de mirar como comía una hamburguesa tras otra la chica —Parece un hámster con los cachetes inflados... —Pensó divertido mientras tomaba un sorbo de su mateada.
—Por un momento pensé que habría sido por romper con tu novia, o algo así escuche de las pláticas de unas chicas del club —Le explico entonces Kagami, quien se preocupo un segundo al no recibir respuesta del peli celeste.
—No te preocupes Kagami-san, esos son solo rumores, a mí nunca me llamo la atención ninguna de de mis compañeras, hasta ahora.
—Ah, vaya... espera, ¿dices "hasta ahora"? —Le dijo Kagami dejando de comer por un momento para, enseguida, con una mueca de travesura, preguntarle: — ¿Eso quiere decir qué alguien te gusta? ¿Quién es, es alguien de nuestra clase?
—Así es. —Le respondió Kuroko sin cambiar su expresión como de costumbre.
— ¿Y quién es ella?
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Mi Bella Luz
Fiksi PenggemarLas personas más calladas tienen las mentes más ruidosas, en el caso de Kuroko Tetsuya esto le queda a la perfección, sin embargo su mente aun cuando es tranquila, se vuelve aun más ruidosa al encontrar una nueva obsesión a parte de su amada maltead...