Pokémon Reset Bloodlines - Gaiden del Campamento de Oak

Gaiden del Campamento de Oak

Región de Kanto, Pueblo Paleta...

Llamado por muchos como el pueblo del inicio blanco y puro, Pueblo Paleta era una pequeña y tranquila comunidad localizada en la esquina al oeste de la región de Kanto. El lugar que vio nacer a cierto entrenador que tenía en su futuro un grandioso destino. Esta es una historia de un tiempo antes de que iniciara ese maravilloso viaje de aventuras y sueños...

El Profesor Pokémon local, Samuel Oak, no pudo evitar esbozar una sonrisa al ver a todos los chicos que estaban reunidos a su alrededor. No era una multitud al mismo nivel que la de la Escuela Pokémon de su primo Samson, desde luego, pero se sentía bien de ver a todos esos futuros entrenadores reunidos en este lugar, en el Campamento de Verano de Pueblo Paleta, uno de los primeros pasos para conseguir una licencia de entrenador Pokémon. Había trabajado casi toda su vida para hacer que los Pokémon dejaran de ser una amenaza constante, y le enorgullecía ver crecer y florecer a la siguiente generación. Al recordar sus deberes, sin embargo, dejó de sonreír y adoptó una expresión más seria, propia del director. Su personal de ayuda se echó para atrás mientras le cedían su puesto en el podio central. Se aclaró la garganta y abrió los brazos, anunciando por el micrófono para llamar la atención de todos.

- ¡Sean todos bienvenidos! Me siento honrado de verlos a todos ustedes hoy en mi Campamento de Verano. Durante las próximas semanas, todos ustedes participarán en múltiples actividades, ya sea en equipos o individualmente, y expandirán sus horizontes para prepararse mejor en el futuro como entrenadores, si llega a ser esa la carrera que eligen. - Oak volvió a sonreír. - Espero llevarme bien con todos, y que ustedes también hagan muchos amigos y se diviertan. Gracias a todos.

Todos los chicos y chicas empezaron a aplaudir y silbar alegremente, algunos de ellos hasta empezaron a saltar. O al menos, la mayoría lo hacían.

Perdida en el medio de toda la excitación, había una jovencita solitaria de catorce años, de cabello rubio miel muy largo y ojos azules, que llevaba un vestido rosa y un sombrero de sol a juego. Suspirando, volteó hacia un lado hinchando las mejillas. Ella no tenía ningún interés en venir a este campamento; ni siquiera quería volverse entrenadora en primer lugar. Gruñendo con resignación, se dijo a sí misma que todo era por culpa de su madre.

...

- ¡No quiero quedarme aquí! - gruñó la chica volteándose, hablando lo bastante alto para atraer las miradas de los demás.

Grace, una mujer de cabello castaño oscuro ondulado, levantó sus brazos por la vergüenza. Su hija de verdad estaba haciendo un espectáculo.

- Por favor, Serena. - La mujer cruzó los brazos. - Ya te lo dije, voy a estar ocupada con la Copa de Carreras Rhyhorn de Kanto en las próximas semanas, y quiero asegurarme de que estés en un lugar seguro. Además, te aseguro que te divertirás.

- Podrías simplemente llevarme contigo. - La expresión de Serena se tornó sombría. - Después de todo, no es que ya no me estés obligando a practicar carreras Rhyhorn.

- ¡Serena! - Grace frunció el cejo.

- ¡No quiero estar aquí! - Serena volvió a levantar los brazos. - ¡No conozco a nadie, y ni siquiera estoy interesada!

- ¡Serena Yvonne Gabena!

Serena se calló al instante, bajando los brazos y la mirada. Si su madre le decía por su nombre completo eso nunca eran buenas noticias. Grace tomó la oportunidad y se inclinó un poco para ponerse a la altura de su mirada. Cerró los ojos para calmarse y solemnemente puso las manos en los hombros de su hija.