Epílogo

287 15 1
                                    

Sabrina:

Abro la puerta de mi pequeño apartamentito, y lo primero que me consigo es a mi perrito corretiando por todo esto, lo cargo en brazos y comienzo a hacerle muchos mimos— Hola coshita hermosa, me extrañas te verdad? Shi yo se que shi- Le acaricio su bello pelaje pensando. Se siente muy bien volver a casa después de unos 5 días en el hospital, después que me diagnosticaron diabetes he estado un poco desanimada pero Jacob siempre tiene algo con que hacerme reír, el trae sus maletas y las mías si, sus maletas ha vuelto a la casa y estoy muy feliz! No sabe como deseaba estar aquí con el; tengo una venda que cubre la apuñalada a veces duele y punza pero nada que no pueda soportar, me siento en el sofá esperando que cierre la puerta, intento no pensar en el engaño de mi madre pero es imposible me lastima que me haya ocultado algo muy importante para mi no comprendo como una madre puede hacerle eso a su hija es... Es... No se como explicar.
— En que piensas? en tu madre cierto?
— Si... todo esto va muy rápido yo.. Yo estoy muy confundida no se que es lo que ella pretende o pretendía porque.
— Shhhh-coloca el dedo sobre mi boca- todo va a estar bien yo estoy contigo y tengo fe de que vamos a seguir adelante juntos.

Rodeo con mis brazos su cintura y el mi cuello, sus palabras de una manera u otra me han ayudado— Sabes algo? Estoy muy feliz de que volvieras me sentía muy sola en estas cuatro paredes con el- mis ojos se dirigen a la bolita de pelos que tengo en mi regazo que por cierto, lame la parte posterior de mi mano.

— Cuando lo compraste o lo adoptaste?

Tomo un suspiro y respondo— Venia de regreso y en el escaparate de una tienda de esas veterinarias creo, lo vi desde ese momento su mirada fue tan tierna que no me pued resistir y pues hice todos los tramites y ahora es mio, aunque no se que nombre colocarle.

Curva la comisura mirándolo mientras le acaricia el pelo, estamos hací alrededor de unos 40 minutos hasta que quedo dormida en su regazo. El olor a comida despierta mis sentidos y con ellos me despierta a mi, algo soñolienta y con uno que otro cabello alborotado me pongo en pie y avanzo a la cocina.

— Hola mi amor.
— Hola.. Que.. Que haces?
Avanza hacia mi y me planta un beso en toda la frente, yo abrazo su cintura— Ya me puedes decir que estas haciendo?- Tira de mi brazo para llevarme a la estufa— Lasaña.
— Ahhhh! Es enserio? Oh por Dios gracias, se ve delicioso.

Tomo su nuca y lo acerco a mi boca para agradecerlo con un tierno beso, el sabe que esa es mi comida preferida y por eso lo hace, veo a la bolita de pelos caminando entre mis pies y la tomo en brazos.

— Creo que le voy a colocar bola de pelos.

— Que?-estalla en risas- como vas a colocarle ese nombre Hahahaha.

— Que tiene? Pienso que esta bien.

— Y si mejor le colocamos Scott? Es mas.... como decirlo? Decente?

Pienso y pienso en realidad el nombre no esta nada mal, mas bien me gusta.

— Vale! Ahora te vas a llamar Scott Scott.

Lame mi nariz y ahueca un ladrido, lo llevo a la esquina donde esta su comida y su papel de hacer sus necesidades, intento ayudar a hacer la comida pero es imposible no me deja, dice que debo descansar y no se que madres, tocan el timbre cuando pienso abrir Jacob me lo impide
— Espera, no abras dejame ver por el cristal de la puerta- Agarra un cuchillo y lentamente va hacia la puerta y ve por el cristal- es tu mamá- suelta un suspiro y con ello un leve risa por pensar cosas que no eran.
— Que? No, yo no quiero hablar con ella.

— Vamos Sabrina, no puedes pasar toda una vida sin hablarle-vuelve a sonar el timbre.

— No toda una vida, solo hasta que encuentre la respuesta o la forma de entender porque hizo lo que hizo.

Enamorada De Mi Mejor Amigo ~Finalizado~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora