Eun bi es una chica de 23 años que se ve obligada a casarse con un chico el cual no conoce para que su familia no pierda la empresa en la que han trabajado tanto, su abuelo y su padre. Ella se ve obligada a contraer matrimonio como un contrato, una...
Estoy cansada de esta farsa, no ha terminado el día y ya quiero salir corriendo. Todos admiran a la nueva pareja, prestando especial atención a la gran sonrisa de Jackson, su gran falsa y triste sonrisa. Cansada de todo decidí alejarme un poco de él y me fui a despedir de Kris, ya que en poco tiempo me iría de "luna de miel" e independientemente de ello, en estos momentos es el único que me puede dar ánimos, si voy con papá es seguro que se ponga a llorar pidiéndome perdón mil veces y mamá debe seguir fingiendo que todo va de maravilla.
-¿Estás bien?-. dice Kris al verme.
- Sí, ¿acaso no se nota mi felicidad?-.
-Créeme que si pudiera te secuestraba justo ahora y te llevaba a conocer Japón-.
-¿La oferta sigue en pie?-. reí un poco al pensar en ello.
-Claro que si-. Respondió sin dudar.
-¿cuándo nos vamos?-.
-Ahora mismo si tu quieres-.
Todo es una broma, pero la propuesta es tentadora. Formé una mueca en mi rostro y me acerqué a kris para poder abrazarlo, como si pudiera absorber su fuerza y valentía para afrontar lo que me espera.
- Es hora de irme-. Susurre a modo de despedida.
-Lo sé, si necesitas algo o pasa cualquier cosa, promete que me llamarás, sabes que siempre que me necesites voy a estar ahí, no dudes de eso ni un segundo de acuerdo?-.
-Gracias Kris, lo prometo-. Me permití volver a abrazarlo.
Kris se alejo de mí para ir con mi papá y comencé a despedirme de los invitados junto con mi esposo, no quise acercarme a mi mamá, lo que menos necesitaba ahora era lágrimas por parte de ella o papá. Al salir del jardín del hotel nos esperaba una limusina, Jackson me arrastró hasta ella, antes de subir logré deshacerme de su agarre para mirar una última vez atrás, vi a mis papás abrazados, a su lado estaba kris y sonreí, sonreí sinceramente y viéndolos sólo a ellos, tratando de decirles que todo estaría bien y que no se preocuparan, levanté mi mano y dije adiós.
El transcurso del viaje es silencioso y el ambiente es ridículamente tenso, Jackson no ha dicho una sola palabra y yo tampoco y a decir verdad es lo mejor. Mi "luna de miel" no será en un lugar de ensueño como París o una bella playa, para nada, será en la casa de sus abuelos y no sé si se encuentre lejos y de verdad espero que no, no quiero seguir en un lugar tan pequeño con él mirándome a través del reflejo de la ventana como si quisiera matarme.
Sentí que la limusina se detenía poco a poco y al dejar de ver la intensa mirada de mi esposo pude darme cuenta de que estábamos frente a la casa. Bajé y lo seguí, la casa es enorme, el camino de piedra es muy bonito y le da un estilo rústico, la fachada es sencilla pero elegante.
-¡Hijo han llegado que alegría!-. la voz de una mujer me impidió seguir observando la casa.
-Hola nana, ¿cómo has estado?-.Dijo Jackson, entré y me quedé quieto detrás de él.
-Muy bien, mi niño-. Terminaron con él saludó y la mujer me observó un par de segundos.
- Supongo que ella es tu e...-. Ni siquiera dejo que terminara la palabra cuando Jackson la interrumpió.
-Ella es una nueva empleada de mi papá- definitivamente de esa boca no sale nada bueno.
-Si es lo que dices... ¿en donde está tu esposa?-. preguntó confundida.
-Mi papá compró a Eun bi, es mi esposa, pero no la quiero, así que sólo es un empleado más-.
-jackson no seas grosero-. Sentenció la mujer.
Jackson Estaba por responderle a su "nana" pero llegó otro empleado a interrumpir, traía nuestro equipaje y estaba por llevarlo escaleras arriba pero se detuvo al sentir la mirada amenazante de Jackson.
-¿Qué crees que estás haciendo?-. habló mi esposo.
-Llevar el equipaje a la recámara principal-.el chico agachó la cabeza y juro estaba temblando.
-Antes déjame aclarar dos cosas, la primera, ella dormirá en la habitación de huéspedes, la segunda, ella es una empleada igual que tú, por lo tanto no necesita ayuda para llevar su propio equipaje-. Sus palabras me hicieron sentir mierda, pero no dejaré que lo haga una vez más.
-¡Jackson!-. gritó furiosa la mujer.
-¡Qué nana!-.
Debo hacerlo, me va a costar caro pero la señora no tiene la culpa de que Jackson sea un idiota.
-No se preocupe señora, yo puedo hacerlo, pero por favor, podría indicarme en donde se encuentra mi habitación?-.
-Claro pequeña, pero me digas señora, puedes decirme nana-. Sonrío y la tensión se fue poco a poco de mi cuerpo.
-¡claro que no!, no puede llamarte así-. Pero miren que tenemos aquí, un Jackson celoso.
-¿Algún problema Jackson?-.
- Sí, ella es una empleada y no tiene porqué tomarse ese tipo de confianzas contigo-.
-Pues tú lo has dicho, ella es una empleada al igual que yo, así que puede decirme como se le dé la gana, de todos modos estamos al mismo nivel-. Esas palabras me dolieron tanto como a ella.
-Nana no quise decir eso-.
-Ven conmigo hija, te llevaré ala habitación de huéspedes-. Jackson fue ignorado olímpicamente, podría reírme pero este momento es algo malo.
-Gracias-.
No dije ni una sola palabra más, no quiero meterme en problemas. Mientras subía las escaleras junto con la nana de Jackson pude sentir su mirada sobre nosotros, caminamos por un largo pasillo hasta una de las recámaras mas lejanas, entramos y me sorprendió un poco, mi habitación no está nada mal
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me gusta, además mientras más lejos esté de él mejor, puse mi equipaje sobre la cama y comencé a sacar mi ropa para ordenarla en el closet.
-¿Quieres que te ayude a desempacar?-. dice nana acercándose.
-No muchas gracias, puedo hacerlo sóla, además me sirve de distracción-. No pude ocultar mi mala cara.
-Te preguntaría si gustas cenar pero creo que después de lo que sucedió abajo seguro no tienes hambre-.
-La verdad no, pero de todos modos gracias-. Le sonreí, esta vez sincero y agradecido.
-Bueno yo me retiro, permiso-.
Después de que la nana de Jackson se fue seguí desempacando, no tardé mucho en terminar de ordenar todo, me sentía cansada, busqué mi toalla para tomar un largo baño, agarré la más suave y grande, entré al baño para llenar la bañera con agua caliente, una vez llena entré y enseguida mis músculos se relajaron haciéndome sentir mejor, sin un peso sobre mis hombros, traté de dejar mi mente en blanco y disfrutar de mi baño relajante hasta que el agua se hiciera fría. Cuando mi piel se arrugó y sentí frío tomé mi toalla para vestirme rápido, me puse mi pijama y sin titubeos entré a la cama, observé el blanco techo. Quién lo diría, casi todo Seúl piensa que la pareja del año está de "luna de miel", sin embargo están en distintas recámaras tomando distancia para no matarse el uno al otro. Sonreí ante ese pensamiento y opté por dormir y dejar todo lo sucedido de lado, mañana tendré tiempo de atormentarme. ★★★★★★★★★★★★★★★ PD-voten o comenten
