Eun bi es una chica de 23 años que se ve obligada a casarse con un chico el cual no conoce para que su familia no pierda la empresa en la que han trabajado tanto, su abuelo y su padre. Ella se ve obligada a contraer matrimonio como un contrato, una...
-Eun bi el desayuno ya está aquí-. Me remuevo con pereza al escuchar la suave voz de Jackson cerca de mi, abro los ojos y veo su rostro a milímetros del mío.
Ambos nos miramos sorprendidos, por la cercanía y aunque deseara terminar con esos milímetros de distancia y poder besarlo, sé que no puedo. Se levanta de la cama dándome la espalda mientras busca algo en su equipaje, parece estar avergonzado y eso me parece gracioso.
-El-el desayuno y-ya está aquí-.
-Gracias, enseguida voy, por cierto, buenos días-. Relaja los músculos de su espalda, acabando con la tensión del ambiente.
-Buenos días-. Se acerca y pone su mano sobre mi mejilla suavemente, besa mi cabeza y sale de la habitación.
Cuando cerró la puerta me permití soltar el suspiro que estuve conteniendo. Cada que Jackson tiene gestos cariñosos conmigo me hace suspirar, cuando besa mi frente o mi cabeza, cuando toma mi mano o hace que sujeté su brazo, sus bellas sonrisas, todo lo que venga de él me hace suspirar.
Me levanto de la cama y estiro mi cuerpo, escuchando como los huesos de mi espalda crujen. Dormí muy bien y pude descansar del viaje. Salgo de la habitación y veo a Jackson sentado en el sofá más grande, no ha comenzado a desayunar y se ve muy concentrado en la Tv. La comida se ve deliciosa y a decir verdad muero de hambre.
-Todo se ve delicioso-. Digo mientras me siento a lado de Jackson con las piernas cruzadas sobre el sofá.
-Lo sé-. Toma un plato y comienza a servir su desayuno.
Hago lo mismo que él y comenzamos a desayunar en silencio. La comida es realmente deliciosa y aunque no entiendo nada de lo que dicen en la Tv observo lo que transmiten. Después de terminar el desayuno dejo el plato sobre la mesa y me acomodo en el sofá en una postura diferente, estar sobre mis piernas por media hora duele.
-Me llamaron de la empresa de Hyuk, con él tendremos la reunión, es a las once y el restaurante no está lejos-. Dice Jackson con calma.
-Está bien, iré a darme una ducha-. Me levanto del sofá para recoger entes de ir a la habitación.
-Está bien, deja, yo lo recojo, tu ve a prepararte-. Limpio mis manos con una servilleta y me voy dejándolo solo.
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Busco en mi equipaje la ropa que escogí en casa para la reunión, normalmente hubiese escogido un traje por ser una junta con un posible socio, pero vine a Madrid como el esposa de Jackson no como una empleada, por lo que escogí un vestido sencillo color gris, unos zapatos negros. Entro al servicio con lo que acabo de escoger, comienzo con el ritual de la ducha. No sé cuál es el motivo de que el tal Hyuk quiera verme, no recuerdo conocer a alguien con ese nombre y se me hace realmente extraño. Pero mientras esté con Jackson nada malo va a pasar y aunque no podremos quedarnos el tiempo quisiéramos aquí, voy a aprovechar cada segundo a su lado. Sonrío y comienzo a cantar, me siento feliz de estar aquí con Jackson.
