Abrí mis pequeños ojos lentamente, oh dios... Estoy destrozada. La noche de ayer me dejó exhausta, sobran las palabras, porque sí, hablo de lo que se piensa. Me duele todo, sobre todo las piernas. Aish... Me levanté con mucha vagueza para ir a ducharme. Me duché y me senté en la cama, al lado de mi novio, contemplando su cuerpo, sus tatuajes, su serenidad al dormir... Las yemas de mis dedos rozaban su espalda, me incliné hacia él y le di un pequeño beso en la espalda. Me levanté y me dirigí hacia la ventana, subí las persianas y lo que ví fue maravilloso, ¡Estaba nevando! Nevada de pleno febrero, esto es precioso. No sé cuanto tiempo pasé mirando la ventana, que ni me percaté de que Taeil despertó.
Taeil:-Me abrazó por la espalda- Buenos días pequeña- me mecía suavemente mientras me daba besos desde el cuello hasta los labios- vaya noche la de ayer, ¿Eh?
Tú: ¡Taeil!- le di un pequeño y ligero puño en el hombro- Mira, ¡Está nevando! ¿Verdad que es bonito?
Taeil: Estupendo, entonces nos podemos quedar en casa más tiempo para... Hacer cosas...- me miró con cara pícara.
Tú: ¡Yah! Eres como un adicto- reí- No, vamos a jugar en la nieve, Oppa
Taeil: Que pereza, Jagiya... Hace frío
Tú: Vamos, oppa~ Por fiii~ -hice puchero poniendo voz aegyo mientras lo abrazaba.
Taeil: Vale, vamos- me besó- con lo tierna que eres me convences para lo que quieres, te pones en plan "niña pequeña" y no hay quien se resista
Tú: Sé que te encanta
Taeil: Nunca he dicho que no y nunca lo diré- sonrió.
Desayunamos juntos. Subí a la habitación y me cambié, me puse ropa adecuada para la nieve. Taeil hizo lo mismo. Salimos a la calle dados de la mano. Se sentía tan bien pisando la nieve, una brisa fría rozaba mi nariz... Esto es el paraíso. Una bola de tieve impactó en mi espalda.
Taeil: Te di, tontita- rió.
Tú: Esto no va a quedar así, ¡Baboyah!
Le empecé a tirar bolas de nieve. Empezamos una guerra de nieve, estaba tan concentrada en la guerra que no me di cuenta de que, sin saber por qué, no tenía mi gorro puesto. Por un momento, paré la guerra, me quedé mirando el cielo, me impresionaba lo hermoso que se veía.
Taeil: Amor, ¿Qué miras con tanta atención?
Tú: El cielo, es precioso ahora mismo. Esto sonará raro, pero me gusta mucho mirar al cielo, me transmite mucha tranquilidad
Taeil: -me miraba fijamente- Tú sabes que no me suelo poner ñoño, pero... A mí me gusta mucho mirarte- me cogió de la mano, mis ojos se conectaron con los suyos- Estás tan guapa cuando los copos de nieve aterrizan en tu pelo...
Me abrazó de la cintura y me besó. Me encantan sus besos, sus labios son mi golosina favorita, sus brazos son mi segundo hogar...
