Era martes, día después de una gala intensa, y Raoul no sabía si levantarse de la cama... La noche anterior había dado mucho apoyo a su amigo Agoney durante su actuación y posteriormente, dando a entender en todas sus redes sociales que este era su favorito para representar Eurovisión y ganar el programa, cosa sobre la que ya se había pronunciado con anterioridad, pero nunca siendo del todo claro.
En las redes sociales la gente lo había respaldado muchísimo en su decisión de decir lo que pensaba, pero muchos otros le habían tachado de malquerer a sus otros compañeros y sobretodo, a quien se jugaba la entrada a la final con su amigo, Ana Guerra.
No entendía cómo un comentario podía traer tantas opiniones externas, sobretodo, aquellas en las que se insultaba directamente al canario, lo cual sí que no iba a tolerar.
Así que borró primero y reescribió después su mensaje de apoyo hacia Agoney para aquella última semana. Después pasaría a la final o saldría con la cabeza bien alta y sabiendo que la gente lo quería. Al menos eso esperaba.
El día pasó entre entrevistas y una comida con Luis, con el cual se llevaba bien pero no coincidía en algunas cosas. "Mira Raoul, a mi me parece genial que apoyes a Agoney, pero no lo haces solo porque tenga una gran voz... Aunque no te culpo, yo tampoco apoyo a Aitana solo por ser especial cantando. Es como mi hermana y quiero que gane el concurso, pero no podemos decir siempre lo que pensamos, y menos en una entrevista en la que todo se mira al dedillo."
Aquello le había dejado con la mosca detrás de la oreja, sobretodo sabiendo lo que Cepeda sentía por la catalana, por mucho que este lo quisiese hacer pasar por una relación fraternal.
¿Y él? ¿Era solo amistad lo que sentía por el moreno de Adeje?
En el viaje de vuelta a Barcelona se puso los cascos y revió las actuaciones de la noche anterior varias veces.
Realmente sentía todo lo que había dicho en el directo de Instagram de la noche anterior.
Para él, Agoney era su ganador. Era un portento y eso no se podía negar.
Y había llevado tan bien Eloise...
El rubio no podía dejar de fijarse en su cuerpo moviéndose al ritmo de la música, en su cabeza dando vueltas sobre sí misma al tiempo que soltaba su chorro de voz. En sus ojos negros mirando a cámara, en la forma en que se acercaba al equipo de baile, de esa manera tan provocativa.Por algún motivo se había pasado el vídeo pensando que la canción estaba dedicada a su persona.
Si bien es cierto que, para confirmarlo, en la clase de los Javis el canario había comentado que pensaba en alguien concretamente cuando cantaba "yo seguiré siendo tu perro fiel"; me gusta que a veces parezca que quiere y otras no, que juegue conmigo, había dicho. Aunque aquello no significaba que se refiriese a él... Un escalofrío le recorrió la nuca y decidió que lo mejor era cambiar de ámbito musical, pues pensar en Agoney le ponía demasiado nervioso últimamente.
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Era ya media tarde cuando su moreno amigo empezó la clase de interpretación para la primera toma de contacto con la canción de Rihanna que había elegido para su próxima función, pues había quedado nominado por falta de puntos en las valoraciones de la anterior noche.
"Imagínate a esa persona, a la que has esperado tanto tiempo. La encuentras, pero se va." Intentaba poner en situación a su alumno Javier Ambrossi.
Las caras del muchacho de piel morena eran un cuadro. Cuando hablaban del chico que le gustaba sonreía tímidamente, pero cuando lo ponían en situación de el punto en que esa persona se marchaba con otro, este abría los ojos y miraba con la oscuridad más profunda y sus facciones se volvían más salvajes.
Aquello tenía a Raoul enganchado al 24h, esperando algún comentario que, como siempre, fuese dirigido hacia él mismo, ya que los Javis siempre picaban al canario para que hablase de la persona que le gustaba, quien, por comentarios diversos, se presuponía que era el catalán.
Esto nunca le había molestado, pero sí las opiniones que decían que ellos estaban juntos.
Aquello no era cierto. Al menos, no por el momento, pues ni si quiera ellos sabían en qué punto estaba su relación. Solo se habían besado, y la mayor parte de las veces, de manera cariñosa o para practicar su actuación conjunta de semanas antes.
Sin embargo, después de idas y venidas de la cámara del 24h, uno de los profesores de interpretación comentaron algo de un ruso con Agoney. Entonces, ¿la canción no era para él? Puede que solo fuese un personaje inventado. Solían hacer aquello para que se dejasen llevar más pero... ¿Y si no?
Nunca se había planteado que el canario pudiese cantar algo con un sentimiento que no le perteneciese. No allí dentro.
Pero ellos no eran nada, no le debía nada...
Sin querer sus pensamientos volaron hacia un recuerdo de cuando permanecía en la academia.
El único día en el que había tenido claro lo que sentía en cada momento y cuando, recordó entonces, que sí hubo algo más que inocentes besos...
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La excepción
RomanceDe cuando los besos se quedaron cortos y los sentimientos eran confusos.