The Projectionist

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¿Se imaginas que nuestros queridos toons se encontraran con sus versiones de BABTQFTIM? Seria divertido~ XD

P-D: Si tardo mucho, es xq se me seca el cerebro por ahí XD

-¡Estoy harto de este laberinto!- gruño Oswald con mal humor.

-No eres el único...- Mickey y Cup suspiraron con cansancio.

-¡Hey!- Mug se adelanto, señalando hacia adelante y sonriendo enormemente. -¡Volvimos al ascensor!-

-Quizás...seria mejor ver otro piso- el demonio se rasco la nuca, nervioso. Las puertas de elevador se abrieron, Cup y Bendy entrando lentamente, mirando los botones con curiosidad. -¿Vienen o no?- les mostró una sonrisa, la cual se borro al sentir que el ascensor temblaba. -Ho no...- hizo una mueca.

-Esto debe ser una broma...- Cup gruño, ambos toons soltando un fuerte grito cuando el elevador callo.

-¡Cuphead! ¡Bendy!- los hermanos y Mug hicieron una mueca al escuchar un fuerte golpe, seguido de un: "¡Auch! ¡Estamos bien!".

-Creo que será mejor que busquemos las escaleras- Mickey rio con nerviosismo.

-Muy cierto~- asintieron los otros dos pero cuando el conejo se volteo, se encontró de frente con un ser de tinta sin rostro y de largos brazos.

-¡Hey, suéltame!- reclamo el rey del Páramo al ser rodeado por los brazos de la criatura, abrazándolo con fuerza e impidiéndole moverse.

-¡Oswald!- intentaron acercarse pero el toon sin rostro desapareció en un charco de tinta, llevándose al conejo de la buena suerte con él.

-Parece que solo somos tu y yo, Mug- murmuro el ratón después de unos segundos de silencio.

-Eso creo- el de nariz azul se acerco, rodeando el brazo del roedor con el suyo. -¿Te molesta?-

-No, es mejor mantenernos juntos- le mostró una gran sonrisa, ambos empezando a caminar lentamente.

... ... ... ...

-Eso si que dolió...- murmuro Cup sentándose lentamente. -¿Estás bien, Bendy?-miro de reojo al demonio tirado a su lado con los ojos en espiral.

-Perfecto~- parpadeo varias veces, volviendo sus ojos a la normalidad. -¿En que piso estamos?-

-Ni idea- negó, levantándose y saliendo del elevador, mirando a su alrededor. Bendy gateo, sobresaltándose al escuchar un ruido. Miro sobre su hombro, frunciendo el ceño al ver que el elevador subía.

-Esa maldita...- gruño con molestia, levantándose. -...nos esta separando-

-¿Tu crees?- se notaba el sarcasmo en la voz de Cup, sacándole un bufido al demonio.

-Idiota- rodó los ojos. -¡No hay tiempo que perder!- Bendy agarro la mano ajena, empezando a caminar. -¡Tenemos unos amigos que encontrar y una perra a la que exterminar!- Cup suspiro pero no dijo nada más, dejando que el demonio lo arrastrara por el pasillo.

... ... ... ...

-Genial...- Oswald suspiro, viendo que estaba sentado en el suelo de una habitación totalmente vacía. Se levanto y camino hacia la puerta, abriéndola lentamente y alzando las orejas, sonriendo ligeramente al no escuchar nada sospechoso. Salió y empezó a caminar por el pasillo mirando a su alrededor. -¿En que piso estoy?- se tenso, quedándose quieto al escuchar unos fuertes y pesados pasos acercarse. Se mantuvo como estatua, viendo con gran sorpresa y algo de miedo lo que lentamente aparecía frente a él: era una criatura alta, con el cuerpo goteando tinta y un proyector algo manchado por cabeza, con cables colgando en su espalda. Caminaba lentamente, la luz que salía del proyector iluminando su camino y las paredes. El conejo se mantuvo quieto incluso después de que desapareció de su vista, levantando las orejas y escuchando sus pasos alejarse hasta no poder escucharlo más. -Eso si que es raro...- suspiro y se fue por el lado del que aquella criatura provenía, caminando rapidamente. Abrió la primer puerta que encontró, parpadeando con sorpresa: había múltiples cuerpos de aquellos toon deformados tirados en el piso, un gato de pelaje negro sentado abrazando sus piernas contra su pecho en una de las esquinas.

-¡Oswald!- el felino sonrío.

-¡Félix!- le devolvió el gesto, entrando del todo a la habitación y cerrando la puerta.

-Que alegría me da verte...- murmuro cuando el conejo se acerco, arrodillándose a su lado.

-A mi igual- le sonrío.

-¿Como llegaste aquí?- pregunto Félix con curiosidad.

-Una criatura de tinta me trajo- gruño de mal humor. -¿Y tu? ¿Has estado aquí todo el tiempo?-

-No...- bajo las orejas con tristeza. -...Alice me encerró y planeaba usarme para algo que no entendí pero logre escapar...- suspiro. -...solo para que el piso se rompiera y me hiciera caer aquí para correr de esa cosa-

-¿El proyector andante?- Oswald enarco una ceja.

-¿Lo viste?- lo miro con curiosidad.

-Es muy grande para no notarlo...y muy aterrador- murmuro el rey del Páramo. -¿Te hizo algo?-

-Él me trago aquí...- estiro las piernas, mirando con tristeza el grillete que rodeaban su cuerpo y con una corta cadena pegada a la pared.

-¿Y tu bolso?- Oswald miro al gato con preocupación.

-Alice se lo llevo- dejo escapar un largo suspiro. 

-Bien, veamos...- saco de su lugar una de sus orejas, disponiéndose a desbloquear el grillete y sonriendo al escuchar un "Click" después de unos segundos, el grillete abriéndose y cayendo al piso. -¡Ta-Da~!- devolvió su oreja a su lugar, sonriendo. Se levanto, extendiendo su mano hacia el felino. -Salgamos de aquí y busquemos a los demás-

-Muy bien~- sonrío, aceptando la mano del conejo y levantándose, temblando con miedo y haciendo una mueca al escuchar pesados pasos acercarse. -...esta volviendo...-

-¡Vamos!- sin soltar la mano de Félix, se acerco a la puerta y la abrió, empezando a correr por el pasillo, arrastrando al gato con él.

-¡Nos sigue!- Félix estaba aterrado, viendo de reojo la luz del proyector con cuerpo no muy lejos de ellos.

-¡Ya sé!- gruño. Corrió un poco más rápido al ver a lo lejos el elevador, metiéndose rapidamente y uno de los botones rapidamente. Entro en pánico al ver que la gran criatura se acercaba lentamente.

-¡Nos va a atrapar!- el gato cerro los ojos con fuerza, temblando. Y justo en ese momento, las puertas se cierran y el ascensor sube, alejándolos de aquella criatura y de aquel piso tan raro. Dejaron escapar un suspiro de alivio, saliendo rapidamente del elevador cuando llegaron a otro piso. Se tiraron al piso de espaldas, mirando hacia el techo y respirando agitadamente. -Quiero irme a casa...- murmuro después de unos segundos en silencio, mirando de reojo al rey.

-...Yo también- asintió el conejo, mirando de reojo al gato. Ambos suspiraron, decidiendo descansar por unos minutos.

El estudio abandonadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora