3

79 17 11
                                    

Jimin pasó el primer día del campamento buscando a cada rato inconscientemente con la mirada a Hoseok en cualquier rincón de aquel lugar y, cuando anocheció, comprendió que no le encontraría. Hoseok no se había presentado aquel año en el campamento. Algo dentro de Jimin murió un poco más porque, aunque había intentado no hacerlo con todas sus fuerzas, no había podido evitar mantener viva la llama de la esperanza, una llama que ahora parecía haberse apagado. Se encerró en uno de los lavabos, sentándose sobre la tapa del inodoro, y apoyó sus codos en las rodillas. Colocó sus mejillas en la palma de sus manos, mirando hacia el suelo, y no pudo contenerse más. Sin tratar de seguir evitándolo, empezó a llorar, sus sollozos y su respiración entrecortada se podían escuchar por todo el baño. Intentó controlarse cuando escuchó la puerta abrirse, dejando paso a las voces de un grupo de jóvenes que charlaban animadamente. Jimin tapó su boca para intentar no hacer ruido, ya que, al haber explotado en llanto, no era capaz de controlar del todo sus lágrimas. Los chicos que habían entrado en el baño discutían animadamente sobre el taller de teatro que empezaría al día siguiente.

—No me puedo creer que de verdad sea Seokjin hyung el que nos vaya a dar ese taller.

Jimin pudo distinguir la voz llena de emoción de Taehyung y apretó más fuerte la mano contra su boca, intentando reprimir un sollozo que pudo ahogar exitosamente mientras sus lágrimas mojaban su mano.

—Mira que eres pesado, eh. ¿Le piensas pedir matrimonio cuando le veas? —Ahora fue la voz de Jungkook la que resonó por el baño, seguida de una carcajada general de los demás integrantes del grupo y de un gruñido de Taehyung.

A los pocos segundos, Jungkook soltó un quejido y Jimin sonrió débilmente al imaginarse a Taehyung, ofendido y sonrojado, golpeando a Jungkook. En aquel momento, a Jimin le hubiera gustado levantarse y salir de allí para lanzarse a los brazos de sus dos mejores amigos y llorar durante todo lo que quedase de campamentos, pero no lo haría. Él nunca haría algo así porque ellos se lo estaban pasando bien y él no quería ser la causa de su malestar. Sabía que se preocuparían demasiado por él, porque siempre lo hacían, siempre le estaban protegiendo. Y, en aquel momento, la verdad era que tampoco podrían hacer mucho por él y ya sabía qué opinión tenían los chicos sobre aquel tema, pero Jimin no podía evitar sentirse morir cada vez que el recuerdo de Hoseok cruzaba su mente.

Quizás había sido un error ir allí, porque todo le estaba recordando a él, pero él no estaba allí.

¿Quizás le había pasado algo?

Jimin suspiró y rio en silencio con tristeza. Escuchó como el grupo de chicos salía del baño entre bromas y risas. Miró al techo unos segundos con la mirada perdida hasta que decidió salir de allí para ir a lavarse la cara. Era increíble que todavía intentase buscarle una explicación complicada a algo que era tan sencillo de entender. 'Simplemente no le interesaste y ya', pensó, intentando convencerse a sí mismo de que debía perder las esperanzas que sin querer todavía tenía con Hoseok. Cuando levantó la vista para mirarse en el espejo, la puerta se abrió. Un chico alto y delgado, de labios carnosos y mirada angelical entró en el baño y, al verle, le dirigió una sonrisa amable. Jimin se quedó un momento observándole pensando que si Taehyung estuviera allí en aquel momento seguramente se habría desmayado. Le devolvió la sonrisa al más mayor lo mejor que pudo.

—Eres Seokjin hyung, ¿no? —Jimin carraspeó tras pronunciar esas palabras, pues su voz había sonado demasiado débil.

El otro chico le miró confundido, ladeando la cabeza, para luego sonreír y asentir con la cabeza.

—Sí. Esto es raro, a veces se me olvida que salgo por la televisión y que la gente me reconoce por eso.

Seokjin le dirigió otra sonrisa amable a Jimin y luego se acercó a uno de los espejos de la pared. Dejó el móvil que llevaba en la mano apoyado encima del mármol que separaba su lavamanos del de Jimin y empezó a colocarse bien el pelo mientras Jimin le seguía observando, curioso. Entonces, para sorpresa de Jimin, Seokjin se giró hacia él y, cogiéndole de la barbilla con una mano, hizo que subiera la mirada para poder observarle mejor.

—Eres bastante bonito hasta sin maquillaje. Podrías salir en la tele conmigo, creo que dentro de poco habrá un casting para hacer de extra en un capítulo.

—Oh, g-gracias, hyung. —Jimin bajó la mirada, tímido, apartándose de la mano del otro, y negó con la cabeza mientras sonreía. —Me temo que actuar no es lo mío, pero estoy seguro de que a uno de mis amigos sí que...

La melodía del teléfono de Seokjin empezó a sonar, interrumpiendo las palabras de Jimin. Casi por acto reflejo, el menor miró la pantalla del móvil de Seokjin y pudo notar como su corazón se hacía un nudo cuando leyó el nombre de contacto en la pantalla: Hoseokie. Tragó saliva y pensó que quizás sólo era casualidad, que quizás aquel no era su Hoseok. Seokjin miró a la pantalla y Jimin sintió una punzada de nervios en el estómago cuando la mirada del mayor empezó a brillar al ver quién le estaba llamando.

—Perdona. —Dijo Seokjin, mirando a Jimin, ahora con una sonrisa de oreja a oreja. —Tengo que contestar, ¡nos vemos pronto!

Sin dejar que Jimin dijera nada más, el mayor agarró su móvil para contestar mientras se dirigía a la puerta. Alcanzó a escuchar las primeras palabras de aquella conversación ajena antes de que Seokjin volviera a dejarle solo en el baño.

—¡Hoseokie, cariño!

Jinie, ¡por fin! ¿Dónde estás? ¿Por qué no contestabas mis mensajes?

Jimin pudo reconocer la voz de Hoseok al otro lado del teléfono de Seokjin y sintió que se congelaba por dentro. Se quedó petrificado, mirando su reflejo, ahora inmóvil y confundido, mientras intentaba procesar lo que acababa de suceder. No pensaba que después de tanto tiempo sería capaz de reconocer a Hoseok a través de un teléfono, pero sólo el sonido de su voz había conseguido que Jimin notase una fuerte sensación en la boca de su estómago. Intentó controlar todo lo que estaba sintiendo, pero le fue imposible no empezar a llorar mientras se veía a sí mismo romperse delante del espejo. Seokjin le había llamado cariño. Cariño. Aquella palabra retumbaba por las paredes de su cabeza con fuerza, porque tal como Seokjin había reaccionado, el tono que había usado al contestar... Estaba claro que no hablaba con cualquier amigo de esa forma. Él era cariñoso con Jungkook y Taehyung, sabía notar la diferencia entre la amistad y algo distinto. Caminó frustrado dando vueltas por todo el baño y se mordió el labio con rabia. 'Eres un estúpido, Jimin', pensó, 'tú preocupándote, ilusionándote con la nada y él... Él está con otra persona'. Las piezas del rompecabezas por fin empezaron a encajar en su mente. Había sido realmente idiota por pensar en tener la más mínima esperanza con el chico. Después de todo, tampoco podía culparle, él le había dejado claro que no quería seguir hablándole, y ahora lo entendía todo: seguramente Seokjin era la razón por la que Hoseok había decidido apartarse de él. 

Ese pensamiento le envió una punzada directa al corazón. Lleno de rabia y frustración, dio un puñetazo contra una de las paredes, haciéndose un poco de sangre en los nudillos, pero poco le importó. Se dejó caer por la pared hasta el suelo lentamente, derrotado, y se sentó apoyando la cabeza contra los azulejos. Cerró los ojos y dejó que su llanto invadiera la habitación hasta que no le quedaron más lágrimas que derramar.  

Step by Step (Hopemin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora