Capitulo VI

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Guardé mis cuadernos en el casilleron, lo cerré y me dirigí hacia el salón de música. En eso una voz grave y melodiosa se insertó en mis oídos y no salió más. Seguí caminando para acercarme, pero Yoongi salió del salón y me arrastró hasta estar dentro de este.
—¿A dónde te dirigías Minie?
—A ningún lado... —Aclaré mi garganta y proseguí. —Digo, me pareció escuchar algo por los pasillos y, quise ver qué era...

O quién era...

Tomé una silla y me senté, tenía la vista fija en el profesor, para evitar la mirada juzgadora de Yoongi.

La campana sonó para ir al almuerzo, quise salir rápido para buscar a la persona que cantaba por el pasillo, pero como era de esperarse ya no escuchaba nada, más que las voces de los estudiantes saliendo de sus salones de clase. Me di la vuelta y caminé hasta donde se encontraba mi mejor amigo.
—¿Hyung, qué harás luego de la escuela? —Caminé a su lado.
—No lo sé, dormir, supongo —Giró la cabeza para mirarme. —¿Por qué, qué quieres hacer?
—No sé, pensaba si querías salir a comer algo o tomar —Dije sonriente.
—Jimin, creo que hoy no puedes, ¿no tienes ensayo con Hoseok?
—Sí, pero le puedo decir que mi mejor amigo me necesitaba para algo y yo no le podía fallar —Él me miró con seriedad mientras negaba con la cabeza.
—No, ya van tres las veces que te he "salvado" de los ensayos, esta vez irás —En ese instante dejó de mirarme y caminó más rápido.

Puse en blanco los ojos y seguí caminando. —Oh, por favor Hyung, será divertido, te lo ruego.
—No Jimin, te dije que no, y punto. Además, si no te que gusta ir a los ensayos, simplemente dile a Hoseok que se busque a otra pareja y ya —Dejo de caminar en seco y giró para verme. —¿O pasa algo más de lo que yo no esté enterado?
—No, no, no pasa nada, simplemente quiero salir con mi mejor amigo —Encogí los hombros y seguí caminando.
—Pues hoy no, así que arréglatelas tú solo.

Caminamos hasta entrar a la cafetería, hicimos la fila como correspondía; tomar una bandeja, servirse los alimentos que se encontraban en las barras de comida (que con mucho cariño y esfuerzo habían preparado las cocineras), por ultimo pagar la comida y buscar un lugar en donde sentarse a comer.

Amaba la fabulosa comida que preparaban las cocineras de la escuela, más que la de mamá, ya que ella se la pasaba todo el tiempo trabajando en su oficina, y las únicas veces que ella cocinaba era en ocaciones especiales... más precisamente a papá y, muy pocas vez hacía el desayuno. Y papá, papá estaba bastante ocupado con su trabajo como para entrar a la cocina.

Mientras Yoongi y yo buscábamos lugar para sentarnos a comer, escuchamos un escándalo en las mesas frente a la entrada.

—¿Qué crees que esté pasando, hyung? —Miré a Yoongi aturdido por el escándalo.
—No sé, debe ser Seokjin y su banda de matones —Respondió con un tono de completo desagrado, más que todo al nombra a Seokjin, desvió la mirada de la palea y se concentró en su plato.
Coloqué mi bandeja sobre la mesa, sin sentarme y me quedé inmóvil esperando a ver qué sucedida por allá.
—¿Crees que sea algo grave? —Mi tono de preocupación he interés hizo que hyung me mirara de inmediato perplejo.
—¿Hablas en serio? hace una semana ni te interesaba ver a un niño pequeño llorar porque le quitaron su dulce, ¿y ahora sí quieres ir a ver el show que arman esos tontos? la verdad no te entiendo Jimin.
—Pues las personas cambian —Dije frunciendo el ceño con mucha molestia.

¿Cómo había olvidado esa parte de mí? ¿cómo había sido capaz de ser tan egoísta?

—¡Basta no les daré nada! —Escuché gritar a una chica que salía corriendo del lugar.

—Esto no puede ser así hyung, debemos hacer algo con estos chicos.
—Jimin, ¿sinceramente crees que nosotros dos lograremos algo? además ganarnos una buena paliza, nada. Más bien siéntate y deja que las cosas se calmen —Añadió y siguió con su comida, despreocupado, eso no me agradaba para nada, debía hacer algo, pero qué.
—Bien, no me ayudarás haré algo por mi propia cuenta —Miré al grupo de chicos y, al parecer el que estaba liderando lo que para ellos era un juego, era Seokjin. Molestaban a los de primer año, negué con la cabeza molesto y empecé a acercarme a ellos.

—¡Hey! déjenlos en paz —Caminé parándome entre el grupo de chicos y loo estudiantes de primer año.

En eso se escuchó una risa burlona que se acercaba. —¡Vaya! —Dijo mientras aplaudía, el chico alto, de hombros grandes y de pelo rubio, con una risa bastante peculiar (pero nadie era capaz de burlarse de él). —Tenemos un defensor de pobres. Chico, es mejor que te quedes callado si no quieres que las cosas empeoren.

—Lo haré cuando ustedes dejen de joder.
—Hablo en serio, es mejor para ti que hagas lo que tus compañeritos hacen, quedarse callados y hacernos caso —Contestó dando un paso al frente. Su tono de voz cada vez se hacía más autoritario y amenazante.

La adrenalina en mi cuerpo se hacía más presente, apreté los puños tratando de estar en calma.
—Parece que no escuchaste lo que te dije, no me moveré de aquí hasta que tú y tus amigos se larguen y dejen de joder —Contesté empujándolo por los hombros sin aplicar mucha fuerza, evidentemente no logré controlar mis impulsos.
—¡Niño estúpido, no vuelvas a tocarme! —La histeria en su cara era evidente, decidió empújame con más fuerza, logrando que yo cayera sobre las bandejas de los estudiantes, como acto seguido la comida salpicó en los uniformes de Seokjin y sus amigos. Algunos quedaron más manchados que otros, pero eso no quitaba el hecho de haber ensuciado sus uniformes.

—Park Jimin, esta no te la voy a dejar pasar —En respuesta a lo sucedido Seokjin no tardó en amenazarme.

—En todo caso fue tu culpa, tú fuiste el que me empujó —Conste mientras me levantaba de la mesa.
Seokjin me miró y frunció el ceño, dándose la vuelta mientras salía con sus amigos del lugar.

Caminé hasta donde estaba Yoongi, tomé mis cosas y me fui.
Caminé hasta mi casillero, tomé una libreta y me marché al patio trasero de la escuela, me senté en el pasto y empecé a trazar diferentes lineas, amaba escuchar la naturaleza y dibujar con ella mis sentimientos, el canto de los pájaros se convertía en mi musa.

Los minutos pasaron y la campana sonó para la última clase, caminé y lo vi a él entrar a uno de los salones. Se veía tan diferente, su pelo estaba un poco más café, como siempre lo tenía un poco despeinado, lo poco que alcancé a ver de él fue increíble. Quise hablarle, pero si lo hacía mi viaje se podría tornar complicado. Suspiré y entré al salón.
La hora se pasó tan lenta que me pareció estar ahí más de un día, hasta que el timbre sonó música para mis oídos, paré de mí silla y caminé hasta mi casillero tomé mi mochila, y guardé mis cosas en ella, luego me dirigí al baño. Cuando salí ya no quedaban muchas personas, se sentía tan tranquilo que hasta daban ganas de quedarse, pero no podía, por el simple hecho de que era la escuela. Quise mientras caminaba por los pasillos que daban a la salida un chico que iba en la dirección contraria a la mía, tropezó conmigo.

—¿Estás bien? —Me agaché para darle una mano, mientras sonreía con gentileza. Él ignoró mi mano y se paró solo, sin siquiera mirarme.
—Estoy bien —Contestó con un tono bastante seco, mientras se acomodaba los audífonos, aparentemente se le habían caído al tropezar. Mientras él continuaba con su camino, yo me quedé analizándolo, al parecer era un chico bastante reservado, y me intrigaba conocer más de él.

En todos mis años de escuela jamás lo había visto.

—¡Hey, chico pelirrojo! —Dije con gracia. Giró la cabeza buscando mi voz. —¿Por qué no te había visto por la escuela?

—No te importa —Contestó toscamente, dio la vuelta y siguió caminando.

Cuando al fin logré verle la cara por completo, mi vista se enfocó en sus ojos, generando una sensación demasiado extraña dentro de mí.

Destiempo (VMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora