Capítulo XIII

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"Una hermosa familia"

POV Dulce

Todos los acontecimientos que sucedieron el día de ayer aún me tenían algo agobiada pero a decir el tema que me preocupaba ahora era el registra a mi hermana como "mi hija" y el escándalo que se armaría. La verdad es que estábamos tan acostumbrados a lo que nos inventaban que era un poco normal, pero a decir verdad ahora estaba en una relación con Camila y la verdad no me gustaría que dijeran que yo la había engañado o cosas así. La verdad ella empezaba a acostumbrarse a este medio y una nota de que yo tenía una hija y que la había engañado era lo menos que ella necesitaba. Tal vez lo que haría no era lo mejor o era algo precipitado pero tenía que salvarla del gran bache que esto podría ocasionar.

-No es bueno que te martirices sola. -sonreí al escuchar esa voz. Esa voz dueña de mi mejor amigo y del que sabía que siempre estaría para mí.

-No es que me martirice sola Poncho, solo que esto... -suspire -Es un poco abrumador. -

-Lo sé ardilla pero por lo menos tendrás algo que deseamos juntos cuando soñábamos en planes a futuro, ¿recuerdas? -me pregunto en tono melancólico.

-Lo siento. -sonreí con tristeza. No puedo creer el daño que le hice por enamorarme de mi mejor amiga, por aquel amor imposible. -Cuando dijiste en la entrevista que a tu primer hijo le pondrías Daniel, ¿fue porque nosotros le íbamos a poner ese nombre a nuestro bebé? -pregunte con un gran nudo formándose en mi garganta.

Poncho solo asintió.

-Lamento mucho haber roto aquel sueño que teníamos. -susurre mientras lagrimas empezaban a formarse en mis ojos.

Él se acercó y se acostó a mi lado mientras me abrazaba, yo posicione mi cabeza en su pecho.

-No tienes por qué disculparte ardilla, nadie decide de quien enamorarse. -susurro mientras acariciaba mi cabello.

-Pero me fui a enamorar de un imposible Poncho y yo lo sabía y nunca hice nada para detenerlo. -sollocé mientras me aferraba más a él.

-Porque nadie puede detener ese sentimiento Dul, nadie puede decirle a su corazón que no se acelere cuando ve o piensa en esa persona. El amor es así, el corazón es terco, pero a veces somos más tercos nosotros en no aceptar lo que nos sucede. -beso mi frente para después seguir acariciando mi cabello.

-Como extrañaba platicar contigo, creo que después de todo tu siempre serás aquella persona que me descifre. -sonreí.

-Jamás habrá alguien que te descifre como lo hace Anahí, y tú lo sabes. -

-¿Por qué ella Poncho? -

-Porque su destino está escrito en piedra y no en la arena para que el mar se lo lleve. -susurro. -A veces nunca entendemos las cosas que pasan, pero tenemos que estar conscientes que todas las cosas suceden por algo, incluso las que no. -

-Tan sabiondo tú. -reí.

-Eso me lo pegaste tú. -rió el. -Y bueno, ¿Cómo le vas a poner a la pequeña Espinosa? -pregunto curioso.

Sonreí. -Me gusta mucho el nombre de Natalia Lucia, pero sabes que tal vez mi papá y su esposa ya la habrán registrado, y la verdad quisiera mantenerla como ella la llamó, después de todo siempre será su madre. -

-Pues sí, pero tal vez puedas agregarle un segundo nombre, y tú también serás una excelente madre. -me sonrió.

-Tal vez... -murmure.

-¿Y Cuál es el otro apellido que llevara? -

Esa era la pregunta que más temía.

-No se Poncho, debe tener otro apellido para que si se les ocurre a la familia de su madre reclamarla, ni siquiera sepan que es ella y menos cuando mi papá me dijo que le habían hecho la vida imposible a él y a ella cuando estaba embarazada y que jamás aceptaron a la bebé. -

Encontrando al amor - (Portiñón -Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora