Capítulo Xll

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"Es tu hermana"

POV Dulce

Esto no puede ser. Esto no me podía estar pasándome a mí. ¿Mi papá? ¿Aquí? ¿Qué es lo que quería ese señor después de cinco años sin verme? Pues la verdad no sé, pero creo que ya sé quién podría decirme.

-Hey tú, rubia teñida. -le hable a la novia de mi prima.

-Es natural. -gruño molesta -¿Y qué quieres? -

-¿Dónde está el hobbit de tu novia? -

Ella rodo los ojos al escuchar como le decía a mi prima.

-Está en la habitación, que está a lado de la tuya. -

-Gracias. -

Camine hacia la habitación de mi prima y toque dos veces.

-¿Quién es? -grito al otro lado de la puerta.

-Dulce. -conteste.

No tardo ni diez segundos cuando abrió la puerta y me abrazo. Lo admito, yo también la extrañaba y mucho, pero también me dolía lo que había pasado tiempo atrás. Caminamos abrazadas al interior de su habitación y me senté con ella en la cama.

-Siento mucho el cómo te trate Lee. -susurre.

Suspiro. -Lo se Dul, yo también siento mucho todo lo que está pasando y más ser la portadora de las malas noticias. -

-¿Qué es lo que está pasando? -pregunte. -¿Por qué decidió buscarme después de tanto tiempo y no antes? -

Ella estaba por responder cuando Blanca se asomó por la puerta de la habitación.

-Dulce -voltee a verla -Papa está aquí y quiere hablar con todas. -dicho eso volvió a salir por la puerta.

-Creo que es mejor que lo escuches de su propia boca. -dijo Lea para después levantarse y extenderme su mano. La tome y caminamos al exterior de la habitación para después dirigirnos a la habitación de Maite pues supuse que estaban ahí, y no me equivoque.

Al entrar me encontré con Fernando Espinosa sentado en la cama con un bebé en brazos.

Esperen... ¿un bebé? ¿Por qué trae un bebé?

-¿Qué haces aquí? -pregunte algo tajante.

-Tengo que hablar con ustedes hijas y pedirte un enorme favor a ti Dulce. -

-Yo no tengo porque hacerte favores. -dije molesta.

-Por favor hija. -suplico.

Suspire. -Está bien, habla. -

-Hace unos días Grettell murió. -rodé los ojos al escuchar el nombre -El punto es que esta pequeña que tengo en brazos, -sonrió al ver a la bebe -es su hermana y quiero que tú, Dulce, te hagas cargo de ella. -

¿¡Que!? ¿Quiere que me haga cargo de ella? ¿Y yo por qué?

-¿Por qué yo? -dije enojada -Es tu hija, no la mía. -

-Tengo cáncer Dulce, y solo me quedan dos meses. -

Ok, eso jamás lo vi venir. Sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas y un vacío se instalaba en mi pecho. Podía decir que lo odiaba, pero realmente no podía, era mi padre a fin de cuentas. Y lo más doloroso es que la pequeña bebe que él tiene en brazos jamás lo recordaría y jamás conocerá al gran hombre que era nuestro padre, porque a pesar de todo, él nos cuidó y nos enseñó muchas cosas a mis hermanas y a mí, y a pesar de todos sus errores, él era un gran hombre.

Encontrando al amor - (Portiñón -Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora