Capitulo 10

40 0 0
                                    

Y mientras ella continuaba con esa ardua faena, Louis aprovechó para bajarle la falda, aunque esta de por si ya era cortísima. Cogió las manos de Brooke e hizo que dejara de hacerle esa excelente paja. Apretó su cuerpo contra el suyo.

- Ven. – le indicó para que se montara sobre sus piernas. Ella se relamió los labios, se dejó hacer por Louis, que él la cogiera y la subiera sobre sus piernas y a la misma vez al escritorio. Su feminidad chocó con la enorme polla de Louis. Un ligero movimiento de caderas y él se encontraba fo.llándola de nuevo. – oh…sí, eso es…muévete nena… 

La cogió fuerte de las caderas. Un vaivén de placer tan jo.didamente único. Ella se balanceaba sobre su cuerpo. Meciéndose sobre él. Con fuerza. Dentro. Hasta el último centímetro de toda la longitud del miembro de Louis. Dentro, muy dentro. Rápido. Con la rapidez que le aseguraba el mejor sexo de la vida. 

- ¡Oh sí, Louis! – gritó ella. Esta vez desesperada. Parecía como si aquello no tu viera fin, como si quisiera más y más. Y hacía lo hacía. Buscaba más y más. Haciendo que la polla de Louis se metiera cada vez más en sus entrañas. Buscando que la hiciera correr tanto como quería. Se movió más rápido. Louis alzó las caderas contribuyendo también. Debía cumplir su promesa… él ya se había corrido con tan solo sentir las manos de Brooke en su poderosa masculinidad, solo faltaba ella…pero olfateaba a lo lejos que ese orgasmo estaba por venir. Movió el pene dentro de Brooke  ahora en círculos. - ¡SÍ! – gritó ella, completamente extasiada. - ¡más, más…! – y eso le daría. Pensó que si seguía moviéndose de esa forma se correría más rápido. Aunque le dolía… jo.der… Brooke siempre lo dejaba molido. Pero si era por ella…todo era posible. Se movió más. Haciendo fuerzas y llenándose de placer puro. Un apretón más. Brooke lo estaba consumiendo.

- ¡Grita! – le ordenó él. Y no fue necesario que se lo dijera. Brooke había empezado a gritar desde hace varios minutos. – grita y dime que…que me amas…

- Te amo…¡te amo! – gritó Brooke  dándole más ganas a Louis, llenándolo de fuerzas. Metió su colosal miembro de nuevo, sintiendo el cálido líquido de Brooke cubrirle el pene. Habían llegado más alto de lo que habían planeado. Más que un simple orgasmo. Más… y mucho más…eran ellos dos

++++

- ¿Quieres ir a comer algo? – le preguntó él. Ordenando algunos papeles del escritorio. – aunque si quieres…podemos comernos nosotros… - Louis la miró pícaro. Brooke negó con la cabeza, terminando de arreglarse la ropa en su lugar. 

- Cánsate de mí. – le dijo ella, sonrojándose al observar el papeleo desordenado. 

- Nunca. – le respondió él. Tiró algunos documentos a la basura. – pero enserio, dime que no tienes hambre…

- ¿Crees que no? - Brooke se acercó a él, quiso sentarse sobre sus piernas, y él…adivinando mágicamente lo que sentía la cogió de las manos e hizo que se sentara. 

- Vale, yo invito. – le besó un hombro descubierto. - ¿pescado?

- ¡No! – Brooke le golpeó una pierna tiernamente. Louis sabía que lo odiaba. 

- Estoy bromeando. – le dijo. – será lo que tú quieras. – la miró dulcemente a los ojos. Era verdad, estaba muerto por ella. Buscó algo entre sus bolsillos traseros del pantalón. – quería decirte algo…

- ¿Qué, mi amor? – le preguntó ella, besándole la mejilla, le dedicó una bonita sonrisa, animándolo. 

- Yo…bueno, no se… no se como se hace esto… es la primera vez que lo hago… - Brooke soltó una risa, ansiosa por escuchar lo que Louis le diría. – quieres…aunque sé que aceptarás…pero… - respiró hondo. Era única la manera en la que Brooke podía convertirse en su debilidad. - ¿quieres salir conmigo hoy por la noche? – sacó de sus bolsillos un par de entradas para la fiesta de luces de hoy por la noche. Brooke entreabrió los labios. – seremos tú, yo… frente al mar, luces, guitarras y varias personas más…pero ellos no cuentan. 

Brooke le besó la boca de nuevo. El gesto era precioso. ¡No se podía creer que sabía cada uno de sus gustos! La complacía de todas las maneras. 

- Hey… - le interrumpió él. – todavía no acabo. – le sonrió. Sacó una tarjeta de crédito y se la entregó. – cómprate lo que quieras para hoy, quería comprarte algo yo… pero tengo un gusto pésimo. – admitió Louis. Ella recibió la tarjeta entre sus manos. 

- ¡Te amo! – le gritó ella. Besándole las mejillas, la nariz, los labios, el mentón, el cuello, las orejas. Louis se estremeció por dentro. La cogió de la cintura y se la abrazó.

- Y yo a ti. – le acomodó el cabello, mientras ella no dejaba de sonreír. – mucho… de aquí hasta la Luna, aunque igual me faltaría…

- Entonces…¿infinito? - Brooke se mordió los labios. Louis le besó los labios sutilmente.

- Infinito.

Seduce MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora