Capitulo 12

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Kendall estacionó su viejo Renault. Resopló su propio cabello quitándoselo de la frente. Era ahora, o nunca tendría el valor de ver a Louis de nuevo. Sin pensárselo mucho y darle mucha vuelta al asunto, tocó la puerta principal mientras se acomodaba la falda tejana.

Él le abrió la puerta.

- Ah…hola… - le dijo casi estupefacta. Dios, era en ese momento donde notaba lo mucho que le gustaba Louis. Él le dedicó una sonrisa a medias. 

- Hola…

- ¿Puedo pasar? – le preguntó ella, Louis solo asintió, abriendo más la puerta principal, haciéndola pasar. De inmediato ella se volteó a mirarlo, lo conocía muy bien. - ¿estás bien?, ¿me he perdido de algo? – dijo riendo. Louis la miró enternecido. ¿Por qué Kendall tenía que ser tan jo.didamente asombrosa? Simplemente no se merecía nada de esto. Cerró la puerta. 

- Perdón por no llamarte…

- No te preocupes. Ya me acostumbré a que estés desaparecido siempre.

- No, no…no es así…

- Hey. – ella le acarició una mejilla. Louis sintió un pequeño remordimiento en el corazón. – está bien, ¿estamos bien, no? 

- Creo que sí. 

Un silencio incomodo se paseó entre los dos. Kendall decidió romperlo.

- ¿Crees?

- Yo… Kendall…es que… - murmuró. – quiero que estemos bien ¿vale?, como amigos, que todo este bien…

Kendall sintió una oleada fría en el estómago al escucharlo hablar. ¿Por qué recalcaba la palabra “amigos”? lo eran pero…¿es que acaso Louis se había olvidado del beso de la otra noche? ¿o simplemente no había significado nada? 

- ¿Se puede saber que te sucede? – le preguntó ella. Y entonces recordó. La última noche. Aquella que habían hablado por celular. El cumpleaños de Zayn. Louis no fue por ella. Y no había ido por ella por que… - ah…¿tu novia te ha prohibido que me veas? ¿es eso? – le preguntó. Y era como si ella misma se hubiera marcado el corazón con una navaja gruesa. Le dolía. Le dolía Brooke y lo mucho que aún podía importarle a Louis a pesar del tiempo. Era injusto. Injusto para ella, que había pasado un año cerca de Louis solo para enamorarlo. 

- No, Brooke no es así…

- Claro, defiéndela. Jo.der, no puede ser que seas tan idio.ta. – le dijo sin pensar, y a continuación, lo siguiente también lo diría sin antes meditar. – no puede ser que sigas enamorado de ella mientras yo he estado a tu lado todo este tiempo, Louis… - un nudo se le formó en la garganta al escuchar sus propias palabras. Él la miró atónito. Sin saber que decirle. – no sé que vine a hacer aquí…

Louis la cogió del brazo. El frágil cuerpo de Kendall quedó cerca de él. Sin fuerzas. Sin siquiera poder defenderse en ese momento. Y a él… a Louis lo único que se le ocurrió hacer en ese momento fue besarla. Un beso pequeño, que luego se convirtió en algo más grande…y más. Sentía que de alguna forma debía agradecerle por todo lo que había hecho por él. Sabía que Kendall no se merecía nada de esto. Era única. Y merecía a alguien que la quisiera por completo. No alguien que tuviera en la mente a otra mujer. 

- Perdón. – se disculpó él. 

Ella se le separó. Respiró hondo, mientras se limpiaba las lágrimas, algunas risas se escucharon en las afuera de la casa. Una cerradura. Y la puerta se abrió. Brooke y Emma entraron. Emma dejó de reír el mismo instante en el que vio a Kendall. Brooke también la miró. Y Kendall hizo lo mismo. Cruzando miradas por primera vez. 

- Me tengo que ir. – dijo ella, tímida. Por primera vez había visto a Brooke. Ni siquiera por foto la había visto antes. Y era preciosa. Sí, mucho. Tan solo con mirarla había comprendido por que Louis se había enamorado de ella. Era bonita y sutil. Y eso…eso solo le molestaba más. Sin decir más, salió de la casa de Louis. Y es que no tenía que decir ni hacer nada más por ahora, todo estaba hecho, y él le había roto el corazón en pedacitos infinitos.

Emma cerró la puerta de la casa después de verla salir, mientras Louis intentaba cambiar de rostro al ver a Brooke mirarlo dudosa. 

- Saliste temprano… - le dijo ella, dejando las bolsas de ropa en una de las butacas de la mesa. - ¿Quién era ella?

Louis se quedó callado, miró a Emma con una sonrisa a medias. Indicándole que tal vez… no era un buen momento para que ella estuviera ahí…necesitaba hablar con Brooke a solas de todo esto. 

- Bueno yo… iré a ver como me queda esto… - Emma les sonrió a los dos. Cogió sus bolsas de ropa y se las llevó a la habitación en la que dormía con Zayn. 

Fue en ese momento donde se volvió a hacer un silencio largo, pero esta vez entre los dos solos. Entre Louis y Brooke. Se escuchaba solamente la respiración de él, de pronto colocó sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón y se apoyó sobre la mesa. 

- Se llama Kendall. – le dijo él. – es de quién te hablé… - Louis soltó un respiro. Se sentía pésimo por todo esto. Como un idio.ta sin arreglo. Eso y más. Había ca.gado todo con Kendall. Bajó la cabeza. Jo.der. Brooke lo miró enternecida. – yo… es que… 

- Louis… - Brooke colocó sus finas sobre su rostro, subiendo su mirada hacia ella. Chocaron miradas por un largo tiempo. Era el momento más sublime de toda la vida. El mejor. Louis sintió que podría besarla en cualquier momento, así no fuera el indicado – cuéntamelo todo, ¿sí? no importa que haya pasado, solo hazlo… quiero que te sientas mejor… que te desahogues. 

- Es que…

- Nada. - Brooke lo miró seria. – cuéntame, vamos. Soy yo, Brooke, tu novia…

Seduce MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora