Dos meses
Pasaron unos dos meses, Luna tardo todo un mes para reunir el valor para decírselo a su familia, luego otro mes para decidir él cuando y el donde y el cómo, para abrirse a sus hermanas, ni siquiera la más cercana de ellas, la cual estaba empeñada en dejarle su firma con tinta de crema en su cara todos los días.
Mientras tanto tenia a Lincoln para desahogar sus penas, sus pensamientos, sus temores, el seria su confidente, su pequeña confesionario mudo para que pueda abrirse sin temor a aquellas miradas que en silencio juzgaban con asco y repulsión lo diferente, por todo ese tiempo fue donde Luna iba cuando las dudas aumentaban, la presión a cada acción erróneo haciendo una presión en su cabeza, cada falla que se veía en sí misma, en su cuerpo, actitud, vida, en todo.
Lincoln resguardo cada uno-o lo suficientes para considerarse a sí mismo un digno psicólogo para su hermana habiendo estudiado de forma superficial los pensamientos internos que pasaba por su cabeza-
Pero finalmente el día tenía que llegar, fue de noche a un par de horas antes de dormir, recordaba cómo sus parpados le pesaban y sus deseos de mantenerse despierto se disminuían a cada momento, sus hermanas no estaban mejor que él, recordaba que el cansancio se mantenía en el aire.
Luna en cambio no paraba de mirar la puerta, una parte de ella quería salir corriendo hasta su cama taparse y dormir, guardando su secreto para ella misma y sus sueños, donde su hermana no podía alejarse de ella, donde nadie la juzgaba, donde podía rockear con Sam toda la noche sin preocuparse de dar un paso adelante y ser rechazada.
Eso era mejor que la amarga realidad que le esperaba, era lo que temía, ser apartada por las personas que mas amaba en el mundo.
Pero no pudo correr mucho, su hermano estaba ahí para detenerla, como un guardián silencioso se paro en su camino, Luna se mordió el labio nerviosa, sabía que tenía que decirlo, si no lo hacía hoy, no lo haría nunca, pero le era imposible no sentir pánico, los corazón se aceleraba, su mente recreaba las imágenes, las miradas.
Con un suspiro, las piernas temblando y el aire faltando en su interior y el miedo, todos los escenarios malos posibles cruzando por su cabeza en la diminuta cantidad de un segundo, arrebatando todo gramo de valentía en su cuerpo, finalmente lo dijo.
-Tengo algo que decirles-
La miraron con atención y las miradas nunca se habían sentido tan pesadas, expectantes, callando su voz y su valor.
-Lori-la mayor la miro con suma atención, era la primera vez que veía a su hermana menor tan asustada, la preocupación creció desde el centro de su estomago, pero no lo demostró, dejo que se quede guardado en su interior-¿Podrías sacar a las más pequeñas hasta que terminemos?- con un asentimiento silencioso Lori llevo a las más pequeñas y a Lincoln afuera
Pero Luna lo sujeto con fuerza del brazo debajo del codo, casi aferrándose a su brazo, a este paso creía que le dejaría una marca rojiza de sus dedos, Lincoln la miro a los ojos, Luna le devolvió la mirada prácticamente suplicando que se quedase, ambos hermanos entendieron, Lori dejo a su hermano quedarse preguntándose internamente porque las menores no podían escuchar, las otras salieron a regañadientes con una amenaza de parte de la mayor de la familia, finalmente con todo el ambiente más calmado y todos sentadas
Finalmente llego el momento para hablar.
-¿Y bien Luna?-Lynn ya se impaciento, el silencio en el ambiente era inquietante e incomodo, dormir era lo único que quería, su pie chocaba constantemente con el piso.
Luna miro a sus hermanas, y saco valor de donde creyó que no tenia
-Soy bisexual-
Y lo que más temía se presento.
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La risa que ilumina mis días
RomanceAquella risa que traía consigo un sol capaz de iluminar el momento mas oscuro de alguien era lo que el mas atesoraba, Luancoln, créditos de la imagen a su respectivo creador