Sunna
Zani
¿Entonces te veo a las seis?A las seis está bien
Zani
Sé puntualClaro, claro
Desde hace dos semanas, justamente luego de esa vez en que besé a una chica, había comenzado a hablar con Zaniah. Por iniciativa de ella, ella me había pedido mi número y yo se lo di.
Me siento en el sofá, pensando en éstas últimas dos semanas.
Sobre todo en lo sucedido en esa noche.
En algún momento, mientras nos besábamos, el alcohol hizo efecto y Zaniah rió, luego me llevó a casa.
Pero esa no era mi preocupación.
Mi preocupación fue que vi a Mahina.
Vi a Mahina viéndonos fijamente. La vi, parada del otro lado de la terraza. Nuestras miradas se cruzaron y yo palidecí.
Ella había visto cómo me besaba con Zaniah.
Recuerdo cómo me miró, mas no recuerdo entender el significado de aquella mirada. Quería acercarme a ella y pedirle que cerrara la boca y no dijera nada a su novia, porque entonces Angie se enteraría y no estaba preparada para un interrogatorio.
Pero me congelé a penas la vi. Tan perfecta. Su cabello perfectamente arreglado dando un aspecto rebelde, su flequillo de lado cubriendo su frente. La chaqueta de cuero sintético color negra y debajo una camisa gris con letras chinas, los pantalones rasgados negros ajustados perfectamente a su cuerpo.
No me di cuánto tiempo la estuve observando, hasta que la voz de Zaniah me sacó de mis pensamientos.
—¿Nos vamos?—Preguntó y asentí, aún con la vista en Mahina, nuestras miradas chocando—¿Sunna?—Llamó.
Asentí y caminé hasta el primer piso. Con Zaniah detrás de mí. Y la mirada de Mahina en nosotros.
Golpes en la puerta me sacan de mis pensamientos y luego esta se abre. Mostrando la figura de mi mamá.
—¿Vas a salir?—Pregunta a penas me recorre con la mirada y me ve “arreglada”
—Sí, en una media hora o en veinte minutos me voy—Respondo.
—¿Y puedo saber con quién vas a salir?—Cuestiona.
—Con.., una amiga—Murmuro.
—Una amiga—Repite, igual de poco convencida que yo.
—Sí—.
—Bueno...—Murmura.
—Ya voy a irme—Me levanto con rapidez y torpeza por los nervios.
Zaniah es mi amiga, ¿no?
—Ten cuidado—Doy un asentimiento y tomo mis cosas, para después irme.
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Destino[Lesbian]
Short Story«Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper»