Los Hijos De La Luna

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La crianza de estos pequeños fue sin duda con el pasar de los años, más y más difícil, y es que si criar a un pequeño "normal" es un reto, criar a un Shiuted lo era aun más, conforme crecen los pequeñines tienen nuevas aspiraciones, gatear, caminar, correr, no miden riesgos ni peligros, los cuales abundan a su corta edad, con un Shiuted era igual, pero a ello se le sumaba el que no podían ser tocados por la luz del sol, su refugio era la noche, podían andar libremente sin ningún temor, pues la luz de la luna los cubría protectoramente.

Al cumplir tres años su metabolismo cambiaba drasticamente, dormían durante gran parte del día y permanecían despiertos toda la noche, esto era un completo reto a sus padres, quienes llevaban una vida común, como el resto de la gente, generalmente los padres se turnaban ya fuera en horarios de vigilancia y descanso, o en vigilias de 24 horas cada quien, sea como fuera terminaban muy desgastados, pero el mayor reto eran las noches de luna llena, durante estas noches la marca de nacimiento en su brazo izquierdo se tornaba de blanco a un pálido color que variaba dependiendo el Shiuted, para algunos se tornaba verde, para otros rojo, otros plateado, unos azules, algunos café, otros negro, para otros gris y muy raros se tornaban de todos a la vez formando una especie de arcoiris; durante estas noches los pequeños se comportaban mas hiperactivos que nunca, corrían, saltaban, incluso gritaban, y los padres no podían más que observar desconcertados.

Todo esto, llevó a problemas maritales en las familias que daban a luz uno de estos niños, siempre se observaba tres variantes:

El padre frustrado y convencido de que ese niño no era suyo indispuesto a hacerse cargo del menor

La madre que al no comprender porque había dado a luz a tan peculiar criatura, caía en profunda agonía y moría de tristeza

Y algunos matrimonios que aceptaban con amor la labor de criar a estos pequeñitos sin importar los riesgos y desafíos.

Lógicamente su desarrollo no era igual que el resto de niños que no pertenecían a esta raza.

Mientras la mayoría aprendía labores como cazar, recolectar frutos y demás labores necesarias para el diario vivir de todo gitano, ellos dormian.

Incontables veces veían jugar a los demás bajo el cálido manto de kyos el sol, mientras ellos estaban recluidos, como si de una prisión se tratase, a los perímetros de la sombra.

Mientras todos dormian, ellos pasaban la noche en vela, por mas que intentasen dormir, había algo en la noche, mas exacto en la luna, que se los impedía.

Restricciones que los primeros años no eran un problema, pero que era con el pasar de los años, la prisión de soledad más abrumadora que cualquier ser pudiese experimentar, estaban condenados a estar solos, sufrir el rechazo e incluso el odio de los demás, aunque ellos intentaran acercarse, convivir, ser buenos miembros del clan, el simple hecho de ser Shiuteds los destinaba al rechazo.

Era muy raro que dos Shiuteds nacieran en la misma aldea, lo cual contribuía a su soledad, y es que una noche no les bastaba para recorrer los caminos que por mínimo eran de un día entre una aldea y otra, además recorrer esos caminos de noche los exponía no solo a bestias salvajes, sino al riesgo de ser atacados por ladrones o por gitanos que odiaban su raza.

La mayoría se resignaba a llevar su vida bajo las restricciones impuestas por el destino.

Sin embargo habían excepciones, como el caso de "Sargos y Yerko" dos Shiuteds varones nacidos en la aldea de los guerreros de la llama eterna, ellos lograron tener una infancia menos solitaria y miserable que el resto de Shiuteds, al ser dos, podían jugar y convivir entre ellos sin verse afectados por un ritmo de vida diferente, esto creó un lazo entre ellos tan fuerte como la vida misma, ambos estaban dispuestos a dar la vida por el otro, se conocían a totalidad, lo único que los diferenciada era el tinte de su marca de nacimiento en luna llena, a Sargos se le tornaba negra, mientras que a Yerko se le tornaba plateada.

Sin embargo sus vidas y las de todo Shiuted cambiara en la víspera de su cumpleaños número 20.