3.

822 50 4
                                    


Un día una de las chicas populares retó a las otras chicas. Yo no iba a hacer caso.

Pero cuando escuché el reto, acepte inmediatamente.

Todas las demás se quedaron mirándome asombradas.

Entonces, me metí en un gran problema.

A la salida, lo ví, noté que había una chica con él, siempre estaban juntos, vestían casi parecidos.

Me acerqué a ellos y les hablé sonriendo.

La chica me miró mal, pero él, no pude notarlo pues sus ojos no se veían por su cabello y sus enormes gafas.

A partir de ese día, iba con ellos, eran interesantes y divertidos.

Tenían un club de la tecnología, yo no lograba entender muy bien esos temas, y la chica se burlaba de mí.

Yo no hacía caso, pues nunca me importó lo que pensaban otras personas.

Yo era así y punto. Mi madre era una egocéntrica mujer, quería una princesa delicada.

Yo no era una princesa, era una artista, la música era mi pasión, y lo sigue siendo.

Yo no soy rescatada, yo soy libre, contagiando al mundo de mi alegría.

Enamorando al chico feoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora