Cuatro

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Pov. _______.

Estaba enfrente de Hades, el temible dios de Avernos, no podía decir nada, solamente me dedique a guardar silencio, sus dedos limpiaba mi rostro, habia derramado lágrimas, quise ser fuerte pero... No pude.

-¿El te hizo esto? -pregunto neutral.

Esa pregunta me hizo temblar, aunque para pronto deje de sentir aquella helada mano, pude darme cuenta que Hades habia dado la espalda.

-Supongo que ya estarás bien, sera mejor que comas, nos veremos mas tarde -dijo de manera neutral para salir de aquella habitación.

No sabia que decir, era la primera vez que veía al dios de Avernos actuar de esa manera, solamente me limite a asistir y me dedique a comer, aun recordaba aquel suceso, aunque agite mi cabeza con la intención de no recordarlo.

Una vez que termine fui llamada por Pandora, ella de veía molesta, sabia bien que no era de su agrado, las veces que me daba alguna orden, siempre habia algo extraño y ese día parecía no ser la excepción.

-Niña te voy a comenzar a una misión -dijo Pandora con indiferencia.

-Si, digame -dije con nervios.

-Iras al templo de Aiacos, se encuentra a mitad del inframundo, estarás a cargo de todo relacionado a la limpieza -dijo.

-Si, pero... -silencie debido a las palabras de Pandora.

-¡Es una orden del señor Hades! ¡Asi que obedece! -exclamo con fastidio para darme la espalda.

Ella solamente salio de ahí, me quede en silencio, yo nunca habia salido de Giudecca, di un suspiro y me dirigí hacia la entrada, sabia que podía morir si iba sola, pero por fortuna me encontré con alguien era un espectro.

-Disculpe ¿Usted se dispone a ir a la cuarta prisión? -pregunte.

-No me dirigo al templo de juicio, pero puedo escoltar la hasta la cuarta prisión -dijo sereno. -Pero ¿Con que ordenes debo hacerlo? -pregunto.

-Con mi autorización Espectro de Cyclope -respondió Pandora quien llegaba a la entrada.

-Como desee señorita Pandora -dijo el espectro haciendo reverencia.

Mire a Pandora quien pronto comencé a seguir al espectro, solamente me limite a seguir, era un infierno aquel lugar, desde que salí de cocitos solamente me limite a seguir al espectro.

Aunque habíamos llegado a una exraña prisión, este era donde los seres humanos solían pagar su condena cargando enormes rocas, trague grueso aunque para pronto quede entre aquellos muertos, no sabia como, pero deje de ver al espectro, era raro no ver a mas espectros por la zona, seguí mi camino hasta que llegue a lo más adentrado, los seres que yacían en ese lugar comenzaban a tomarme  sentía el pánico inundar mi cuerpo, corrí por un sendero, era pequeño si caía tal vez moriría y eso no sería bueno, aun así no quedaba en duda que aun me seguían aquellos seres que una vez fueron humanos y ahora son almas que pagan cosas insignificantes.

Seguí corriendo hasta que pise mal, logrando caer, comencé a descender no sabia como detenerme solamente intente tomar el muro pero fue imposible, solamente caí, pude ver la oscuridad, di un grito esperanzada de que alguien me escuchara, pero recordaba que estaba en el avernos, un mundo son esperanzas...

Pov. Normal.

Aiacos caminaba por su templo, habia regresado de hacer sus rondas, con el iba un espectro de clase soldado, solamente se dedico a escuchar las miles de tonterías que salían de su boca.

El sacrificio [Hades x Tu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora