[Pokefanfic] Quiero cumplir mi deseo. Deseo volver a verte.

Mentiras...

Narra Gary.

Me desperté en mi cama junto con "Edna", la mire de reojo, no podía confiar en "ella", ni en mi "hijo", ni en mis "padres", ni en nadie en general. Estaba viviendo algo que no podía pensar ni comprender, solo vivir y buscar alguna forma de salir de ahí.

Me levanté silenciosamente de mi cama, prefería mejor no despertar  a nadie. No tomé mis cosas, ni loco iría a "mi escuela de luchas" puesto que, por obvias razones, no quería que nadie me viera.

Salí por la puerta y empecé a caminar sin rumbo por Malíe. Giré mi cabeza en todas las direcciones, no vi a absolutamente a nadie, no podía notar rastros de vida a metros de distancia, ¿sera por qué no quiero ver a nadie? Posiblemente tendré la respuesta en un rato.

—Buenos días, Gary —saludó Edward alegremente, como solo él podía hacerlo. Dejó de lado la regadera que tenia en sus manos y se dirigió a saludarme—. Te vez un poco tenso, ¿no te gustaría beber un té?

¿Acaso se me presentaría todo en bandeja de plata? Pensé en hacerlo más tarde, pero que mi amigo humano me invitara a tomar algo en sus aposentos, era exactamente lo que quería.

—Te lo agradezco, creo que lo necesito urgentemente —correspondí y acto seguido fui invitado a pasar a la sala—. ¿Donde están los padres de Edna y los míos?

—Salieron a caminar. Siempre dicen que no les gustaría perder la linea —Edward, después de unos minutos, llegó con unas tasas de té y el pequeño utensilio especial para que pudiera tomar el recipiente con mi única garra—. Sabes... últimamente he comenzado con un estudio sobre los sueños y la actividad cerebral cuando se esta dormido.

—¿Así? ¿Qué haz encontrado? —la verdad, si que estaba curioso de aquel tema, tal vez me ayudaría a entender porque los demás habitantes de la ciudad no están soñando.

—Resulta que los sueños "buenos" son la representación de todos nuestros anhelos, de lo que queremos, de lo que nos gusta, de lo que de verdad nos gustaría tener y llegar a ser en la vida, aun si esas cosas no son posibles o no están disponibles en ese momento. En cuanto a las pesadillas, resultan ser una representación algo distorsionada de las malas experiencias en el mundo real; de este modo, las pesadillas son las cosas "malas" de nuestra vida, puestas bajo un manto falso que nuestras mentes crean... —Edward hizo una pequeña pausa para beber su té y luego dirigirme una sonrisa—. A los seres pensantes nos gusta escapar de nuestra realidad, no nos gusta que algo a alguien sea más importante o más pudiente o poderoso que nosotros, pero tampoco nos gusta ser responsables de nuestros actos; viéndolo así, las pesadillas, al menos que seamos cocientes de que la vivimos, funcionan como un amortiguador de nosotros mismos.

—Cuanto menos interesante —quité mi mirada de sobre mi amigo y vi como Zack, el pequeño robot con forma de pokemon, estaba acostado en la mesa—. Cambiando de tema... ¿Desde cuando conoces a Zack?

—La verdad, no recuerdo desde cuando lo conozco. Yo era una persona muy sola por la condición de mi ojo, ya sabes, que nací sin uno de ellos; creé que a Zack para hacerme compañía, pero eso fue hace mucho tiempo... —el humano realizo una pausa y luego sobó suavemente la cabeza de la maquina—. Puede que para cualquiera sea un robot, pero para es como si fuera de carne y hueso.

—De verdad, creo que es un sentimiento muy lindo de tu parte —sorbí mi tasa y note que ya no tenia más té en ella, cosa que salió como esperé—. Amigo, que pena molestarte, ¿me podrás traer mas té?

—Claro, en un momento te lo traigo —Edward tomó mi tasa y se fue a la cocina.

Era el momento, Zack no sonaría en alerta, así que lo tome rápidamente y salí como un vil ladrón de la casa de mi amigo. Cruce varias calles, Malíe no es que sea especialmente enorme, pero al menos estaba llegando a un callejón abandonado; ademas, como no había nadie por la ciudad, no me molestarían en mis próximos actos.