Arácnido

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Aquella araña de mi musa, se convertía en piedra por sólo una mirada hueca, mirada de una vista despistada en busca de soledades interminables, de sed devorante, de locura pasiva y de intermedio de pasión, aquello era un laberinto de sentimientos inacabados.

Mi mente de telaraña, nublosa y mimosa de vacíos, busca algo en que pensar, ya sea un exterminio de amor, una sonrisa de mármol o una simple mirada de lo inalcanzable, mi mente quería ser libre, y aquella telaraña no la deja respirar.
Necesita respirar.

La araña saldrá de aquél abismo, de aquél túnel de pesadillas, de aquel lugar donde el mundo se hacía dimensiones, y aquellas dimensiones en ventanas, la araña saldrá, y el mundo se la comerá inagotablemente, pero es una musa, mi musa, y sabe esquivar los golpes de la oscuridad, y eso me convierte, en el protector de lo oscuro, en el compañero de la muerte densa, en el protector de mi amada.

Amada.. que no sabe que es mi amada.

Y mi tiempo de protector acaba, mi mundo se decae en soledad, pero ella, ella algún día sabrá que fué mi musa..

Mi musa de telaraña mental.

Y el tiempo acabo sin más.

Poesías en vacíos depresivos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora