Me siento neandertal al ver tus ojos, al ver mis lágrimas de solares absolutas, al ver que mi ilusión es propia y no compartida, dado a que jamás supiste como recibir cortesías.
Mi mente me engaña con naturalidad, con sarcasmos despiadados y hasta con mi nauseabunda incredulidad. Todo se vuelve doloroso, monótono, a veces frágil, y hasta a veces.. Se rompe de lo inagotable.
Neandertal aventurero, así soy. Aquél que te mira dormir en mis propios sueños, ése que madruga despertando en tu mirada, ése que imagina rasgos de tu piel en un café con leche, ése.. que sólo piensa en ti como un pobre neandertal. Ése hombre que en vez de descubrir el fuego, quiere descubrir tu cuerpo, sueña, anhela, desea ver esos sueños infinitos de epifanía propia, de sueños no efímeros, sino reales y sobre todo.. felices.
El neandertal busca el alma de una pureza externa, de una ilusión franca, de algo inefable a la palabra.
El neandertal quiere ser feliz, pero sin su amada, solo se siente un pobre neandertal extinto.
Poco a poco así, el Neandertal se extinguió buscando la felicidad de su amada.
Y la amada, encontró al Neandertal que la hacía sentir moderna.
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Poesías en vacíos depresivos.
PoetryAquí reflejo los vacíos implementados en sólo páginas de miedos externos a la letra. Al buen entendedor pocas palabras.
