Capitulo I: De nuevo en el juego

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Era un amanecer como cualquier otro en ciudad centra. Otro día de trabajo en los edificios corporativos. Los hombres caminaban en filas enormes. Todos con postura perfecta, trajeados, mirando al frente, parecían un ejemplo perfecto orden y masculinidad. Pero más que orden; parecían montón de hormigas acomodamos para satisfacer una necesidad que no es suya, sus espadas rígidas como un tablón; parecían querer quebrarse y sus ojos eran vacíos, cansados. Sin muchas opciones seguían caminando para ser registrados en los controles de acceso, cada uno portando una especie de diadema verde; ubicada en su nuca. Todo esto con un video en bucle: el rostro de un hombre que repetía las mismas palabras.

- Bienvenidos a nuestro valiente nuevo mundo... un mundo libre de esfuerzo

Cada hombre tras recibir el visto bueno de los guardias se dirigía a su cubículo respectivo. Con la voz sonado de fondo.

- No hay necesidad de que corras, ya estás en el lugar donde fuiste destinado.

Nadie decía nada, solo caminaban a sus cubículos; totalmente en silencio. Mientras la grabación continuaba.

- No hay necesidad de que pienses; toda la presión sea ido, todas las decisiones ya fueron tomadas.

Nadie producía ningún sonido, solo se escuchaba el mensaje en toda la instalación.

- Lo único que se pide de ti es ...Obediencia.

Esa palabra resonó en el lugar como un fuerte eco, nadie se inmuto, nada nuevo para ellos, todo parecía otro día en una distopia sociedad. Pero de repente, un grito desesperado llena la gigantesca sala. De la nada las luces brillaron en rojo.

- ¡ALERTA, insubordinación detectada! ¡Seguridad, neutralice al sujeto 627!

Mientras los cuerpos de seguridad salían al llamado, podemos ver a supuesto 627 corriendo a todo lo que dan sus piernas, librándose en el camino de su saco, camiseta y corbata. Ahora, semidesnudo y con la seguridad detrás, el sujeto deja salir una risa de euforia, no se sentía tan vivo desde hace años. Pero era ahora de enfocarse, se le estaba acabando el terreno para correr, y bajar a la recepción no era una buena idea.

- Que sea lo que tenga que ser, esperemos que no termine como una tortilla.

Dando una mirada sombre su hombro, 627, vio como los guardias le comenzaban a comer terreno, era ahora o nunca, libertad o muerte. Retornando su vista a lo que tenía en frente pudo ver la luz del sol, la libertad, corazón palpitando a mil.

- Bueno... aquí vamos, por lo más sagrado señor de los cielos no permitas que termine como una oblea.

Apretando el paso, dando todo, sentía arder sus piernas – ha sido un largo rato desde que las uso a tal grado- pero no iba a detenerse. Con un último impulso, atravesó aquel panel de vidrio que lo separaba de su libertad.

Ahora, a merced de la gravedad, agito brazos y piernas; como estuviera remando en el aire. La caída debió ser como unos 7 segundos, pero fue como volver a respirar la eternidad, era libre o al menos, lo era de aquel edificio.

Teniendo un rustico aterrizaje en una azota cercana, el sujeto 627 toma un par de bocanadas de aire, tomando un momento para mirar atrás, pudo ver a los guardias parados en el borde de la ventana rota, mirándolo, analizándolo, en respuesta le solo saco el dedo medio y lo alzo bien alto. Sabía que si lo agarraban; lo harían pure; pero valdría la pena.

Respiro profundo antes de volver a tomar carrera, sabía que su situación cambió radicalmente, los problemas que vendrían, pero no le importaba, ser libre era algo que nadie le podía quitar ahora... y algo le decía que no iba a estar solo.

Un Humano En ZootopiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora