En la gran metrópolis de mamíferos a pasado un tiempo desde el caso de los aulladores. Realmente la ciudad esta más tranquila con la oveja loca tras las rejas. Nick y Judy son actualmente los mejores oficiales de policía de la ciudad, pero algo est...
Vector rascaba su barbilla, indeciso sobre que preguntar primero. Lobato por su parte se estaba impacientado, el sospechoso no había dicho nada en toda una hora.
- ¿Sabes? No tiene ya sentido que siga usando estas – afirmo apuntando a su pañoleta, gorra y bandana-
Vector se retiró las prendas del rostro, revoleando su verdadero semblante. Lobato quedó pasmado ante lo que veía; parecía sacado de una película de extraterrestres. Un rostro plano, hocico pequeño, labios rosados, una nariz puntiaguda y a pesar de si falta de pelaje, si presentada algo parecido en su cabeza y rostro.
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- ¿Qué eres?
- Je, ¿No era mi turno de preguntar? – dijo sonriendo-
Sus desprecian era curiosa, bastante marcada y detallable, pero con una estructura facial como esa no era de extrañar.
Mientras lobato seguía casi ahogado en un trance; procesando la peculiar forma de la cara de Víctor, el humano se levantó de su asiento, tomo los platos de la mesa y comenzó a salir de la habitación.
- EO ¿A dónde vas? – pregunto saliendo del trance-
- Voy a por otro emparedado.
- Llevo más de una hora con mi rabo pegado al asiento, esperando que preguntes lo que vas a inquirir y ¿Lo primero que haces es ir por comida? – dijo sin poder creerlo-
- Si – respondió
- ¿Acoso piensas en algo que no sea comer?
- Por el momento no – dijo saliendo de la habitación-
Vector regreso 2 minutos con emparedo de tamaño mediano. Lobato estaba bastante irritado, pero hizo un trato con el humano, y lo iba a honrar.
Víctor ya de vuelta en su asiento; procedió a degustar la comida. Lobato lo miraba, bastante mosqueado por dentro, pero su enojo desapareció; a la par que sus orejas caían al notar varios pétalos púrpura-violeta en el emparedado de vector, y no era pétalos de cualquier planta, eran las hojas de una flor aullador.
- ¨mierda¨ - pensó para sí mismo- ¡No te coma...!
Trato de detener a Vector, pero era tarde, el humano había devorado el pan en un parpadeo. Lobato comenzó a temblar, si el aullador tenía un efecto tan agresivo en animales, ya sea una pantera o una pequeña nutria, no quería ni imaginar el nivel bestial; que sería alguien con la capacidad de triplicar su fuerza a voluntad. Pero el ver como Víctor se chupaba los dedos gustosamente, le tranquilizo un poco. No parecía pasar nada, otro minuto, sin cambios, pero siguió esperando – aun sabiendo que los aulladores son de efecto inmediato- Quizás la especie de Vector era inmune los efectos de la flor.