El Amanecer De Un Nuevo Dia

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Viejos Amigos

Los muchachos y Kayla veían directamente el pequeño de prenda en la pata de Celix, como una polilla observando un foco de luz.

- Desde que saímos, Senti que alguém levou o jackpot, mas eu não esperava que fosse seu amigo – dijo el jaguar con tono pícaro y dándole una a palmadita a Celix en la espalda –

Los demás voltearon a ver, algo degradados por el comentario.

- ¿Alguien puede darle un zapé? – pregunto Celix-

La solicitud fue rápidamente contestada por Kayla,

su hermano podía ser muy inoportuno a veces.

- Parce Kayla, ¿Podrías llevar a la señorita Jessica al cuarto de Celix? Es el de allá. Hay ropa de hembra en el armario, posiblemente habrá algo que le quede.

Con una expresión confundida La jaguar le respondió:

- Vale... dos cositas, uno: ¿Por qué ese tipo de prendas están en la habitación de Celix? Y dos: ¿Cómo sabes que están ahí?

- Créeme... no quieres saber.

Con la preocupación de que indagar más a fondo le llevará a una respuesta incómoda, Kayla procedió a llevar a Jessica a cuarto de Celix. Pero tardo en hacerlo puesto que la gacela no quería que nadie la tocase. No era de extrañar, tenía la sensación de haber sido ¨violada¨ al darse cuenta que se acostó con alguien bajo los efectos del alcohol. Pero al final lo consiguió.

Una vez las hembras abandonaron el cuarto, Celix se dejó caer de sentón en el piso, tenía el pelaje tan erizado como las púas de un puercoespín. Estaba muy abochornado por la situación, quería que la tierra se lo tragase. Puso sus patas sobre su rostro para ocultar su vergüenza, siendo netamente consolado por su amigo José quien le daba palmaditas en la espalda.

- Tranquilo hermano, estoy seguro que te perdonara... respira profundo.

- Además, esto no es lo peor que nos ha pasado, hubo esa vez que salimos de fiesta en Montevideo y terminamos en Guadalupe en calzones. Por suerte acabamos en la hacienda de Reynaldo... por qué sino.... Pero, de todos modos, no te preocupes amigo; no tendrás problemas conmigo por esto.

- Aun así... ¿Vieron su rostro? ¿Cómo me miró? Estoy más avergonzado que aquella vez que casi me acuesto con mi prima Cameron.

- Si... yo sigo sin entender como es terminaste en tal situación siendo quien como eres – comentó Boi Cha- pero de igual forma, tarde o temprano tendrías hacerlo con alguien, hermano, ya vas rondando los 35.

- Lo sé, pero esperaba meter el pepinillo en el frasco ¡Con la fuera mi esposa!

- Está bien, vale, pero no te enojes conmigo – respondió algo agresivo-

- Epa, cálmense los dos – dijo el coatí-

Y entre ellos tres empezaron a discutir, era común después de una resaca de campeonato, no estuvieran tolerantes de nada; aún después de horas, el efecto seguía. Mientras los otros 3 discutían, José decidió mirar alrededor para no meterse en la riña, de mera casualidad, observo la puerta transparente que da a la enorme piscina del patio. Sus ojos casi salen de sus cuencas por la imagen contemplada.

- ¡En el nombre del café de Bogotá y el chocolate con queso! Muchachos, ¿Qué le sucedió a la piscina? – exclamó, llamando la atención del trío-

Los otros al oír el llamado de su amigo, dejaron su discusión y fueron a ver que sucedía.

Cuando miraron por la puerta transparente, sus expresiones se tornaron completas en asco, confusión y disgusto. Luego de unos momentos de mirar la rara escena. Los tres amigos soltaron un pesado suspiro simultáneo; a la par que tornaban sus expresiones en las tres caras del mono: ¨Don't see evil¨ (Boí Chá), ¨ Don't hear evil¨ (Celix) ¨Don't speak evil¨ (Francisco).

Un Humano En ZootopiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora