Nobody's perfect

Capítulo 1

La música inundaba el comedor.

Estaba sentada comiendo sola, devastada y harta. Otra promesa rota, «Venus esta vez si iré, lo prometo». Me paré del comedor y vi mi teléfono, eran las diez y mi papá no venía. Ya sabía lo demás, me contesta a las doce pidiéndome disculpas, promete venir el próximo año y listo. Desde que terminó la escuela no lo había visto con frecuencia como antes, simplemente venía a dormir tan tarde y se iba súper temprano que ya ni lo veía.

Apagué la música, salí al patio y me eché en la hamaca tan vieja que teníamos.

Yo pensaba que el amor era algo importante en la vida, ya sabes, todos sueñan con una familia perfecta o encontrar el amor de su vida y si amas a alguien eso no puede desaparecer, así halla muerto. ¿Verdad?

Desde que mi madre murió mi papá prefiere pasar sus horas trabajando que conmigo, éramos una familia tan unida pero luego eso se esfumó. Un ruido me alejó de mis pensamientos, era un correo, podía pre visualizar las iniciales: UAC.

Le iba a decir hoy que había ingresado a la UAC, estaba feliz y solo podía compartir esa felicidad con alguien. El timbre sonó y fui directo a abrir.

—¿Otra vez faltó?.—me preguntó Caleb.

Asentí y abracé a mi mejor amigo, admito que quería llorar pero soy mejor que eso. Vi que traía una bolsa.

—¿Qué llevas ahí?

Entramos y nos sentamos en la sala. Caleb puso la bolsa encima de la mesa central, sacó dos hamburguesas y papas fritas.

Le sonreí y fui a buscar platos. Mientras los buscaba escuchaba a Caleb.

—Entonces...no pudo, de nuevo.

Saqué dos platos y los llevé.

—Sé que para él es difícil esta fecha pero también lo es para mi.

Caleb me entregó una soda y él abrió la suya.

—Es su aniversario y tu papá con todo lo que le pasó debe estar devastado.—le dio un sorbo a su bebida y me miró—. ¿Le dijiste lo de la UAC?

—¿Tú qué crees?.—comencé a comer.

—Que obviamente no le dijiste.

—Touché

Caleb negó divertido, pusimos una película y comenzamos a comer.

Era tan fácil olvidarme de mis problemas con él. Cuando mi madre se fue, mi papá y yo nos mudamos a California, aquí conocí a Caleb.

***

Entré al salón algo asustada, lo que menos quería era que sus miradas se posaran en mis zapatos. El ruido que hacían todos me calmó, eso significa que poco les importaba.

La profesora me sonrió dulcemente.

—¿Venus Mitchell, verdad?

Asentí tímida.

—Eres preciosa Venus.—extendió su mano y me puso al frente.

Me puse roja, era lo que menos quería, que posaran sus miradas en mi.

—Niños, su atención por favor.—comenzó a decirle a toda la clase. Todos se callaron y me miraban.—Ella es Venus Matthews, su nueva compañera.

Algunos me miraban el pie, otros la cara y otros no me miraban. Era cuestión de tiempo que todos se dieran cuenta de lo que tenía.

La profesora se agachó para estar a mi altura.

—Siéntate allá, junto a Caleb.—me señaló un sitio vacío.

Caminé lentamente y me senté.

—Hola.—me saludó.

—Hola.—respondí tímida. Me preguntaba si se había dado cuenta.

***

Me levanté por el sonido del timbre, estaba aún adormilada.

—¡Venus!.—gritaron por el jardín.

Era Caleb. Ayer nos quedamos hasta tarde y a penas tenía ganas de levantarme. Bajé y le abrí la puerta.

—¿Por qué aún no estás lista?

—¿A qué te refieres?

Caleb pasó con sus maletas y las dejó en mi sala.

—UAC, hoy, primer día, sueños hechos realidad. ¿Te suena algo?

Abrí los ojos como platos.

—Me olvidé por completo que hoy comenzábamos las clases.

—Me di cuenta.

Cerré la puerta y subí a mi habitación.

—¡Haré algo para desayunar, tú alistaste!.—gritó desde abajo.

Me quité el pijama y me cambié rápidamente. Me puse un pantalón militar, un top blanco y zapatillas. Hacia mucho sol y aunque sé que me iba a morir de calor, era lo que quedaba. Me lavé la cara, me peiné y bajé.

Caleb me miró con mala cara.

—¿Con este calor te pones un pantalón?

—No me quiero quemar.—Me acerqué a ayudarlo con el desayuno.

—Para eso hay bloqueador, y ambos sabemos que esa no es la razón.

—Mis maletas ya las había hecho ayer.—le dije cambiando de tema. Nos sentamos y comenzamos a comer.

Lo quería bastante pero aún no estaba lista.