Danger ( BTS & ______) *HOT*

Capítulo 17

•Narra ______

Los días habían pasado, el dolor poco a poco fue desapareciendo. Ninguno de ellos me habia vuelto a molestar desde aquella "discusión".

Estaba aliviada, mí antigua vida volvía a aparecer. Estaba feliz, podía ir donde yo quisiera sin tener miedo de encontrarme a alguno de ellos. Ellos hacían como si no existiera, si pasaban por mí lado ni siquiera me dedicaban una mirada.

Taehyung no volvió a sentarse junto a mí, ahora tiene otra compañera de Banco. El que secretamente me saluda es Hoseok y no me molestaba. Todo volvía a ser como antes, todo volvía a ser normal.

Las clases terminaron y regresé a mí casa. Me sorprendió encontrar a mí padre allí. Su rostro reflejaba angustia y dolor.

— ¿Sucedio algo? —Pregunte entrando a la cocina, donde el estaba sentado de brazos cruzados.

— Me despidieron — Respondió con un hilo de voz. Sus ojos se aguaron y apretó su mandíbula contenido sus lágrimas. Él no quería parecer débil frente a mí.

— ¿Por qué? — pregunte perpleja. Me acerque a él y lo rodeé con mis brazos, brindandole apoyo.

— No sé porque motivo, solo lo hicieron... ¿Que será de nosotros? — Se quebró en llanto. Se aferró a mí y escondió su rostro en la Curva de mí cuello.

Lo contuve varios minutos hasta que al fin se calmó. La situación había cambiado, con él sin trabajo toda nuestra economía de hiba al caño.

Preparé de cenar para mis hermanos, papa y yo y me acosté a dormir. Al otro día unos sollozos me despertaron. Bajé las escaleras y me encontré a mí madre llorando sobre el hombro de mí padre.

— Mamá ¿Que paso? — pregunte preocupada acercandome a ella.

— Me despidieron —respondió en sollozo, sin siquiera mirarme.

—¿ Quiere decir que ya no iré a la escuela? — Pregunte angustiada. Al fin creí que todo se solucionaria y pasa esto.

— ¡No! Irás cueste lo que cueste. Tengo ahorros, podremos pagar con eso hasta que consiga otro trabajo — Habló mi padre decido.

Lo miré desconcertada pero luego asentí. Estaban sin trabajo hasta dios sabe cuanto y ellos solo se preocupaban por mí educación. Sinceramente tengo los mejores padres del mundo.

Habían pasado semanas y mí padre aún no conseguía trabajo. A cada entrevista que iba le decían "Luego te llamaremos" y jamás lo hacían.

La situación en mí casa era lamentable. Mis padres solamente discutían, mí madre reclamaba a mí padre porque él no conseguía nuevo empleo. Mis hermanos no estaban enterados de la situación pero, no eran idiotas, sospechaban.

El poco dinero que les quedaba fue directo a mí colegiatura. Teníamos que ir a comer a casa se mí abuela, porque la heladera estaba vacía.

Me levante esa mañana y fui directo al instituto. Solamente tomé un té, no quería que mis hermanos no tuvieran pan para comer. Me acomode en mí asiento y saqué mis libros cuando la profesora me avisó que tenía que ir a la dirección.

Temerosa y curiosa recorrí los pasillos. "¿Sabe lo que sucedió en la biblioteca? ¿Sabe lo que paso con esos idiotas?" esas preguntas rodaban por mí mente. Llegué frente a la enorme puerta de grueso roble y toqué. Él me dio la voz de pase e ingresé.

— Buenos días — hice reverencia. Él hizo un gesto en respuesta y me hizo señas para que tomara asiento. Me senté sobre su escritorio, repleto de papeles. Aquel hombre, de avanzada edad y robusto, tomó sus anteojos y leyó un papel del escritorio y habló.

— Como sabe señorita, usted asiste a esta escuela únicamente por sus buenas calificaciones. Pero lamentablemente sus notas han bajado un 20%. — su temple mirada se posó en mí. Él apoyó sus codos sobre el escritorio y entrelazo sus dedos.

— Lo sé — asentí cabizbaja. Aunque mis notas seguían por encima del promedio. Las nota más baja para solicitar una beca es de 9,5. Mi promedio era 100 pero bajó a 9,8. Por aquel tiempo en el que aquellos idiotas no dejaban de molestarme.

— Por esa razón usted ha perdido su beca. — informó en el mismo tono se voz. Trague duro y mí cuerpo se tenso.

— Pero no puede ser — Negué rotundamente. — Mi promedio es de 9.7 es suficiente para la beca — objete.

— Tienes razón pero otro estudiante solicito la beca. Realizó el examen de ingreso y obtuvo 9.9 — explicó. No necesitaba agregar más, había entendido perfectamente.

— Quiere decir que debo retirarme del establecimiento — concluí a lo que el solo calló confirmando mis palabras. — mis padres hace un par de días compraron libros, aun no me los entregaron así que ¿Podrían devolverme el dinero? — pregunté resignada.

— pensé que dirías eso — Tomó un sobre que estaba en el escritorio y me lo entregó.

— Gracias — agradecí poniéndome de pié. Antes de cruzar el umbral de la puerta su voz me detuvo.

— Eres una joven muy inteligente. No desperdicies eso — Aconsejó. Salí de allí sin responder.