KHARMOZA

Itroducción

Lastimosamente, la locura no es digna para diseminarse entre todos los mortales, es decir que la locura escoge a quien ha de tomar cautivo, es tan precisa que son solo unos cuantos los que gozan del privilegio de besarse y bailar con ella. Sin embargo la imaginación tiene la misma costumbre, aquella es más efímera y pasajera, menos vulgar y burda, más sencilla y discreta pero tiene la misma cualidad que la locura, puede enajenarte rápidamente y crear universos confusos.

Una vez que mi mente se reconcilió con la prosa, y que entro ya el año 2018, me dirijo a ustedes estimados lectores, para informarles que la poca cordura que me queda a diseñado este compilatorio hecho novela, de entre los sueños boreales malditos de mi mente, esquivando la realidad en la que sobrevivo, ha salido este material pútrido, orgánico, mortal, siendo una de las pesadillas que ha podido retener mi memoria. En esta pesadilla doy apología a la locura psicópata, al enajenado que ha llegado al letargo y ha conseguido plasmar sus sueños en la realidad, desajustando las líneas propias de una sociedad moderna, así también hago apología a lo burdo, a lo castigable a lo inmemorable, a lo que la historia Ecuatoriana solo recuerda como lo más atroz lo maldito, lo degenerado e innecesario, aquello que la sociedad entre sus entrañas celosamente admira y calla, me refiero a nuestros carismáticos asesinos seriales, sujetos de la talla de Camargo y Hermosa, sujetos que hicieron historia de la peor manera posible, personajes míticos arraigados a una historia lamentable, este pequeño compilatorio y seudo homenaje, tienen el objeto de traer a la realidad actual un asesino serial contemporáneo, que navega en un tiempo donde la policía está más preparada y las tecnologías han roto el esquema de la inocencia de las y los ecuatorianos.

Bienvenidos a esta obra, bizarra, homologada como novela, pero para mí una de mis tantas pesadillas.