恋空:: 001

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El frío viento corrió por su cuerpo provocando un ligero escalofrió desde su nuca hasta casi espalda baja. Había pasado tanto tiempo dentro de un estudio o su propia casa que a veces llegaba a olvidar lo frió que es Seúl en esta época del año, soplo un poco de aire tibio sobre sus manos ligeramente para después darse cuenta que seria mucho mejor colocarse su bufanda y así buscar resguardarse un poco en la calidez de la prenda, una vez que llego al aeropuerto comenzó a pensar en sin fin de cosas que recordaba siempre que viajaba, con una sonrisa amistosa pero algo cansada miró con curiosidad a todas las personas que esperaban algún vuelo, todos parecían tan diferentes aunque la mayoría iba a donde mismo aunque seguramente a distintos propósitos pues al menos el suyo no se lo deseaba a nadie. ¿Que pasaría por sus mentes? ¿Los motivos del viaje serian felices? ¿Tristes?  ¿Realmente tendrían razones de gran peso para regresar a Tokio? Claramente no lo sabía y  por lo mismo dejo de observar a las personas ya que por mas que quisiera nunca sabría bien el porque viajaban, relamiendo sus labios y degustando inconscientemente de aquel sabor a fresa prefirió tomar asiento en una pequeña banca y al igual que decenas de personas esperar paciente.

A los minutos un ligero aburrimiento lo abrumo, pensó seriamente en comerse algunas de las golosinas que llevaba pero sabia que terminaría sintiéndose mal por comer algo que el había prometido pertenecía a alguien mas. Tan solo levanto la mirada fijo su vista en los horarios sonriendo levemente pues por fin su vuelo estaba listo y era hora de empezar  a hacer todo lo debido hasta conseguir estar en su asiento y aprovechando eso minutos tomo su celular marcando aquel numero que estaba en favoritos y como si aquella persona estuviera esperando su llamada le respondió de inmediato lo cual provoco una calidez muy linda en su pecho, al menos aun era ansiado por su familia y estos añoraban su llegada a aquella otra ciudad, su ciudad natal la misma que le dio y arrebato sin fin de cosas y recuerdos.


-¿Hola?... -sin querer su voz salio en un susurro nervioso.- Estoy a punto de subir al avión. -informo con una sonrisa mordisqueando ligeramente una de sus uñas.- Si, pedí solo tres días de descanso. ¿Podrían ir a recogerme? -aquella voz del otro lado de la linea acepto de inmediato con tanta emoción que fue imposible contener su dulce risa.- gracias, nos vemos en unas horas.



Finalizó su llamada y entonces entro a aquel avión soltando un gran suspiro pues la historia de cada año se repetía una vez mas y esperaba pudiera repetirlo tanto como fuese posible justamente como se había prometido desde el primer día que esta costumbre comenzó. Mientras los demás pasajeros abordaban observaba por la pequeña ventana el lugar que por estos años había sido su hogar pero jamas se compararía  a su ciudad natal esa donde casi en cada rincón lograba tener un recuerdo ya fuese bueno o malo pero lo tenia y considera eran aun mas importantes aquellos que los que de apoco comenzaba a reunir aquí, apoyando su mentón sobre su mano miro atento como después de las indicaciones debidas el avión comenzaba a ascender dejando ver todo aun mas pequeño mientras pequeñas cosquillas se posaban en su estomago sin poder distinguir si eran de nervios como cada vez que subía a un avión o si era de emoción por poder ir a visitar un año mas a aquellas personas tan especiales para su vida.












Si ese día... No te hubiera conocido...

No habría experimentado el dolor.


Ni la tristeza.


Ni lo recuerdos llenos de lagrimas.


Pero... Sino te hubiera conocido...


No habría experimentado esa alegría.


Ni esa amabilidad. Ni esa emoción.


  Ni esta calidez. Ni el sentimiento de felicidad absoluta.


¿Te encuentras bien? 


Las personas a su lado podrían juzgarlo por estar sonriendo de forma tan amplia por una simple figura de origami pero no le importaba ya que realmente se sentía orgulloso de aquello que había hecho y termino poniendo en la mesita plegable que tenia frente a el, incluso solto una pequeña risita al recordar como a alguien tan importante para el siempre le resulto curioso o admirable la facilidad con la que podía hacer esas figuritas y desde entonces siempre le dedica al menos una de sus creaciones.



Yo...


Continuo amando el amplio cielo azul.

Seré el cielo. -KookV-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora