You and I ➳ tomlinson

Capítulo 25. "Adiós, Louis Tomlinson"

Capítulo 25.

Louis.

- Vamos, Leah, cuéntame. Necesito saber porque sucedió esto. - dije preocupado. 

Ella se notaba nerviosa respecto a este tema y aunque no sabía el porqué, pensaba averiguarlo. 

¡Vamos, Leah! ¡Habla! 

- Y-yo... - dijo ella temblorosa. ¡Bien! Esto llevará largo rato. 

- Tú...- dije tratando de ayudarla. 

- Y-yo, simplemente n-no sabía que hacer. Estaba muy mal y ocurrió. - dijo ella. 

Vaya, eso explica todo. Sarcasmo, sarcasmo...

¿Qué ocurrió? 

- No entiendo, Leah. Explícame. - dije frustrado. 

- Y-yo... - comenzó a hablar.

**

Leah

-Y-yo... - comencé a hablar pero tres golpes en la puerta me salvaron de decirle a Louis lo que estaba a punto de decirle. - Pase.

La puerta se abrió y el Dr. Hills apareció con su bata blanca, típica de doctores, y negando con la cabeza mientras reía. Solté una carcajada. 

- Hola, Leah. - dijo mirándome gracioso.

- Hola Martin. - dije riendo. - ¿Qué tal tanto tiempo? Te presento a Louis. - dije y Martin miró a Louis y se acercó hacia el sonriendo. 

- Hola, te me haces muy conocido. 

Louis rió. 

- Tal vez. Formo parte de One Direction. 

- Ah sí, claro. Mi hija los ama. Igual que a ti, Leah. - se dirigió a mi esta vez. - Natt está esperando que anuncies un concierto para ir a verte. 

Sonreí. 

- Cuando lo tenga, te llamaré y te daré entradas. 

- Gracias, ahora dime qué haces aquí. Hace rato no venías.

- ¿Comenzabas a extrañarme? - pregunté riendo pero él no lo hizo. 

- No puedo extrañarte cuando te veo así. 

Ahora les explicaré como fue que agarré esta confianza con Martin. 

Siempre que tenía un coma alcohólico, mis padres me llevaban al hospital más cercano. En una de esas veces, estaba visitando a mis tíos, que viven en Londres. Mi prima me había invitado a una fiesta, y acepté ir. 

Flashback. 

Decidí ir a la fiesta con Maia luego de que ella insistiera tanto. No quería volver a cometer un error. Ya iba dejando mi adicción al alcohol. Ahora tomaba menos y estaba mucho mejor.  

El club estaba lleno y respirar se convertía en una dificultad, porque había demasiada gente y hacía mucho calor. 

Caminaba junto con mi prima hacia la barra. Fue díficil llegar hasta allí, porque la gente bailaba y chocaba contra ella constantemente. Cuando llegamos a la barra, llamamos la atención del barman, quien nos sirvió un vaso de vodka a las dos. 

Tomamos los vasos y nos quedamos allí hablando. 

- Hay mucha gente, ¿verdad? - gritó mi prima a través de la música. Asentí. - Trata de no beber de más, ¿ok? Iré a ver si encuentro algún chico. - dijo y reí.