-Min YoonGi, ¿Me estás acosando?
-Mención del Jikook.
Ésta novela es completamente mía. Es obligatorio pedirme permiso para adaptarla.
Be: ValenAndy150.
(Recomiendo reproducir la canción mientras leen el capítulo, para una mejor experiencia).
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T/N.
Era una mañana nublada, no tanto, pero era algo agradable.
Quise colocarme un conjunto bonito que tenía en el closet. Mi mamá me lo regaló hace tiempo, pero siempre lo mantuve guardado para no ensuciarlo ni dañarlo.
Hoy quise utilizarlo. Extraño a mi mamá, y de alguna manera al colocármelo, puedo sentir su calor. Como si ella estuviese ahí, abrazándome en lugar de ese lindo y cómodo suéter blanco de algodón.
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Decidí que no era tiempo de recordar mi pasado en T/P (Tu país), y partir rumbo a mi universidad.
Al llegar allí, fui directamente hacia mi casillero.
En mi vida actual no pasaba nada interesante, por esa razón los dramas en el instituto High River eran cosa de alboroto. Lamentablemente yo había sido al parecer un blanco perfecto para un "admirador". Y es que son cosas que sólo se ven en películas o dramas de tele novela. Pero claro, la suerte siempre estaba de mi lado (nótese el sarcasmo) y finalmente terminaba agobiada por aquellas insinuaciones escritas a mano y a caligrafía perfecta de aquel chico misterioso.
《 —Querida T/N.
Estoy consciente de que no tienes idea de quién soy, y eso es completamente entendible.
No pretendo lastimarte o si quiera asustarte. Mi único propósito es hacerte saber que estoy perdidamente enamorado de ti. De tu color de ojos y su tono, de la manera en la que se forman pequeñas líneas cuando sonríes y el mundo entero se detiene. De la manera en la que me haces sentir... Pretendo hacerte saber que estoy observándote.
No pido mucho. Por lo que con estas últimas palabras me despido, y seguiré manteniéndote al tanto de cuántas veces podría observarte dormir plácidamente, sintiendo la paz y la tranquilidad que necesito; porque tú, pequeña, eres lo único que necesito.
Con amor, tu mayor admirador. 》
Debería darte miedo, imbécil. Me dijo mi sub consciente. Y es cierto, debería darme miedo, pero por alguna extraña razón me causa cierta sensación de tranquilidad y paz leer sus notas. Es un sentimiento satisfactorio. Algo que no muchos pueden entender, tampoco me interesa que lo entiendan.
Sin embargo, honestamente nadie nunca se había fijado en esos detalles sobre mí, ni si quiera yo misma. Sus palabras son poéticas; me sorprende que hayan caballeros que aún dediquen tiempo de detallar esas pequeñas cosas. Simplemente estoy tranquila con ello, o mejor dicho, acostumbrada.
