Capítulo 5

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No podía dormir así que salí de la habitación sigilosamente y me dirigí a dar una vuelta por todo el hotel. Oí varios chicos armando un poco de jaleo, aparecieron entre risas y carcajadas por un pasillo —¡¡Heey Morena!!— grito uno de los chicos —¡¡Vas a morir!!— grito otro el cual me hizo pararme en seco, respirar agitada y con dificultad. Me metí en el ascensor, me apoye en el cristal y oí mis pulsaciones cómo iban muy agitadas y rápidas. La música de aquel ascensor me hace pensar en otra cosa como mi hermana y en Tyler. El ascensor se abrió y baje donde se encontraba la piscina. Allí estaba Erick solitario, sentado en el borde de la piscina con los pies metidos dentro del agua. —Puedo sentarme— dije fría y distante —Si— dijo el igual. Me quité mis zapatillas y las dejé junto a las suyas. El agua estaba caliente, y un silencio inundaba el jardín, solo lo interrumpía las fuentes y algunos grillos. —No sé porque me quieres hablar si puede que te mate o que tú me mates. Es inútil conocer a alguien en estas semanas— dijo el chico serio y distante. Me limite a quedarme en silencio y a no decir nada ya que con eso lo había dicho todo. Después de unos segundos lo volví a mirar —Hay que tener esperanza— susurré tragando saliva. Este soltó una sonrisa y se quedó callado.

Miré para una ventana que estaba a lo alto de el edificio Abraham se encontraba fumando en la ventana y escuchaba atentamente lo que hablábamos aunque con dificultad. —Por que no nos vamos a otro lado, mis pies se están empezando a arrugar— dijo Erick. Me levanté lentamente mirando a Abraham fijamente y seria. Este tiro el cigarro el cual callo en una maceta y se volvió a meter dentro.
Erick se levantó y nos fuimos a lo mas alto del edificio. Llegamos después de estar un buen rato en el ascensor estando en un momento incomodo.

—A mi no me importa morir, total ya no me queda nada— susurró con los ojos llorosos y con una mueca —Lo siento— susurré sin saber que decir ya que suponía que no tenía familia. —¿Tu tienes a alguien?— me preguntó el chico con voz temblorosa y triste —Mi hermana Katie— dije en voz baja y con ganas de llorar —Lo siento— me lo dijo por mis padres. Empezé a llorar mirando a un par de edificios a lo lejos. Dirigí mi mirada hacia el chico el cual estaba llorando. —Mañana empiezan las pruebas— susurró mientras se limpiaba las lágrimas e intentando cambiar de tema —si— susurré mirando al mismo sitio que miraba antes —¿Sabes lo que menos me gusta de todo esto? Que lo vean como un juego y están viendo morir a personas, es bastante triste— soltó aire con un poco de rabia pero le ganaba la tristeza. —no pienso morir, le prometí  a mi hermana que volvería— susurré con rabia y tristeza —Yo supongo que sí— soltó una sonrisa y me miró a los ojos. —Eres una buena chica Alisson— me sonrió con los ojos un poco rojos de llorar.

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Estaba desayunando y vi como Abraham entraba a mi habitación y se sentaba enfrente de mi. —Buenos días— dije colocando el vaso de zumo en la mesa. Este me sonreía y cogió una tostada y se la llevó a su boca. —Me cae bien Erick y Archie— seguí comiendo sin hacerle mucho caso. —Bueno dentro de 1 hora tienes que bajar para entrenar, y esta noche es la presentación—

Justamente llamaron a la puerta, Abraham abrió la puerta y entraron un hombre y dos chicas —¡¡Hola preciosa!!— dijo un chico vestido de lentejuelas azules. —Se lleva de moda el azul ¿no?— dijo Abraham de brazos cruzados y con una tos incómoda. Lo miré con una mueca y volví a mirar a el chico de lentejuelas —Soy Noah tu debes de ser Alisson mi modelo— trage el zumo con dificultad —¿modelo?— solté una sonrisa. Este miró a Abraham fijamente y sonrió algo extrañado —Alisson esta noche es la 1 gala del vasallaje— mis manos empezaron a temblar y Noah me levanto con alegría y me agarró de la mano —Vamos tengo que medirte— miré a Abraham el cual de brazos cruzados sonreía y se despedía con la mano. —!Abraham!— dije antes de que se cerrase la puerta de mi habitación con rabia.

Las dos chicas me quitaron la ropa y empezaron a medirme. —¿Vestido pegado o suelto, Evelyn?— la chica apuntaba en un papel las medidas que le iba diciendo su compañera mientras que Noah me visualizaba de arriba a abajo y analizaba cada parte de mi cuerpo. —Creo que suelto— dijo la chica indecisa analizando también mi cuerpo con determinación. Estaba nerviosa en ropa interior delante de tres personas las cuales no conocía. —Perfecto tendrás tu vestido esta noche— me dió dos besos y un abrazo y se marchó dejándome en ropa interior, paralizada y avergonzada en esa habitación.

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Darle estrellita si te a gustado!

Un beso enorme!!

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