PREFACIO.

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Me sentía como una idiota, cada día que pasaba, todo lo hacía mal, a veces quería desaparecer de una buena vez porque sentía que era un total fracaso. Necesitaba ayuda, necesitaba de alguien que estuviera ahí conmigo y que me apoyara, mis padres no lo hacían, a ellos solo les importaba el dinero y a pesar que me daban lo que yo quería yo no era feliz, estaba deprimida por todo, quería hacer las cosas bien y no podía.

      Siempre me ponía a pensar en como fuera la vida si yo no estuviera en esta existencia, lloraba al pensar que todo sería mejor si yo no viviera. El deseo de no existir cada vez era más grande y yo sentía que era mi fin. Quise suicidarme en reiteradas ocasiones pero el destino no me dejaba morir, mis padres supieron que estaba deprimida y que me había intentado suicidar, pero nunca supieron el porqué, yo no les dije, en mi interior solo había silencio y oscuridad, y era estúpido creer que con decir eso arreglaría todo.

      Pasa el tiempo y mi mente me hacía ver las cosas de una manera diferente, ya no estaba deprimida, sentía que todo iba a mejorar, sentía que yo no era la misma niña que se destruía así misma, me sentía más fuerte. Estaba más contenta, mis padres empezaron a preocuparse por mí, y mi familia también se preocupaba por mí, era increíble notar como yo había cambiado de una manera radical y no sabía cómo y por qué, no tenía ninguna explicación lógica el hecho de que ya no me quería morir, ni siquiera pensaba en cosas negativas, fue muy raro.

       Acabo de conocer un chico, un chico que de verdad siento que compagino con él, que somos casi iguales, ese chico que desde que lo conocí me ha estado apoyando y me a hecho sentir perfecta, siento que me enamoré de él, por como es, por como me mira, él me hace reír y quiere verme feliz, ¡es un papacito!, aunque no sea muy bonito físicamente, pues, para mí, es un amor, sus sentimientos y la forma en que él acaricia mi cabello y besa mi frente es totalmente fantástico.

     Oh!!, ahora sé, sé que era lo que pasaba en mí, sé porqué estaba deprimida y el hecho de que pensara que la vida sería más completa si yo no estuviera aquí. Pues yo nunca estuve deprimida, sólo estaba teniendo desorden psicológicos por la manera de pensar acerca de mí, pues yo me auto comparaba con las demás chicas, chicas muy guapas que al verlas solo me bajaba el autoestima. Por otro lado, era yo la que pensaba que mis padres no se preocupaban por mí. Ellos se preocupaban totalmente por mí, ellos nunca preferirían el dinero más que a mí, era yo la que tenía ese pensamiento. Descubrí que estaba soñando, que todo lo que pasaba era un completo sueño, y que seguiría mi rumbo. Ya todo había acabado, quise investigar qué era lo que significaba ese sueño, y me di cuenta que desde luego no soy un fracaso, pero tampoco soy la perfección.

Perfecta Imperfecta. [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora