Mordí mi pulgar, repiqueteando la suela del zapato contra el piso, con impaciencia. Dirigí mí vista nuevamente al reloj de la biblioteca, y me encontré con la diferencia de dos minutos desde la última vez que me había fijado.
-¿Vendrán? –pregunté por décima vez desde que había entrado en la sala junto a Simon.
-Joder, Penélope –rodó los ojos mi amigo, le dirigí una mirada de pocos amigos ante la mención de mi nombre completo-. Tú sí que eres toca cojones.
Me desplomé sobre la silla que se encontraba en la cabecera de la larga mesa, donde tantas veces me había reunido con mis hermanos, tiempo atrás.
-Comienzo a creer que Ryder tiene razón –murmuré, sintiendo como la mirada de Simon se clavaba en mí-. Ya estamos grandes para esto.
Simon suspiró y colocó una mano en mi hombro.
-Tranquila, cosita. Esperemos unos minutos más. Si nadie aparece, nos olvidamos de esto, ¿de acuerdo?
Asentí, y en el momento en que iba a abrir la boca para responderle, unos carraspeos me detuvieron.
-¿Interrumpimos algo? –preguntó divertido una voz conocida para mí. Me volteé y me levanté rápidamente de la silla.
-¡Lo veo y no lo creo! –exclamé corriendo hacia mis viejos amigos, mis queridos hermanos de Omega Kappa Beta.
Tony y Chris.
Los abracé y sentí como me rodeaban con sus brazos fuertemente.
-Estás tan... distinta –dijo sorprendido Tony, una vez que nos separamos-. Ya no pareces una niña de 12 años.
Escuché a Simon estallar en carcajadas y yo le di un golpe en el estómago a Tony, causando que este se doble, entre risas.
-Era una broma, Pen, estás hermosa. Siento que no nos vemos hace años.
-Tal vez sea porque nos tiene abandonados incluso desde antes de que se fuera –puso los ojos en blanco Chris, haciendo que me ponga de puntitas para revolverle el oscuro cabello.
-Ya basta de planteos, monos, estamos juntos otra vez...
-¿Estoy incluido en ese <<juntos>>? –esa voz. Abrí mis ojos como platos y miré detrás de Chris.
Sentí como todo se detenía a mí alrededor.
-¿Keegan? –pregunté sorprendida.
-Sorpresa, hermanita –abrió sus brazos. Corrí y me tiré sobre él con tanta fuerza, que terminamos cayendo al piso-. Ah, sigues siendo tan pasional, Penny Pens.
Reí a carcajada limpia y le di un sonoro beso en la mejilla. Sentía que el corazón me explotaría del amor y felicidad que estaba sintiendo, por un momento, sentí que volvía a vivir la vida que tenía meses atrás.
Ahí, junto con mis primeros amigos en Berkeley.
Nos levantamos del suelo y Keegan pasó su brazo por mis hombros, mirándome con su característica sonrisa de lado.
-Bueno, ya –bufó Simon-. No quiero tener que contarle a Ryder.
Rodé los ojos y sentí como Keegan se tensaba ante la mención de mi novio.
Nos sentamos en las sillas y comenzamos a hablar entre todos, riendo y conectándonos, como si no hubiese pasado el tiempo. La charla paró cuando vimos acercarse a Rush, provocando que Chris y Keegan comiencen a codearse entre ellos con complicidad.
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Alfa (APUF II)
Teen FictionUna nueva guerra estalló, un nuevo juego comenzó. Damas y caballeros.... Penny Turner, la más cabrona del condado, ha vuelto a las pistas, y más que dispuesta a recuperar lo que es suyo y nuevamente, demostrar quién manda. Segunda parte de Adoptada...