Justice League

Prólogo.

Lena

Pesé a la pérdida de un ser amado uno no puede quedarse estancado toda la vida en la tristeza y enfrascarse en los arrepentimientos y lamentaciones. Ó eso me digo siempre, para ocultar el inmenso vacío que siento al recordarla. Por esa razón, el trabajo, es mi refugio seguro; ahí puedo ser yo misma y realizar incontables proyectos e investigación en pro a la humanidad y a los alienígenas. Esos a los que Kara siempre protegió hasta el final.

Ha pasado año y medio desde su muerte a manos de Reign y parece como si apenas hace unas dias la vi entrar a mi oficina como si nada, ya sea siendo Kara Danvers ó Supergirl. Siempre lo supe por si se lo preguntan. Fingía no saberlo esperando a que ella algún día me lo confesara, pero eso nunca sucedió. Antes no entendía las razones de por que me lo ocultó; de hecho pensé a lo mejor era por ser una Luthor. Pero simplemente lo hacía para protegerme, ó eso era lo que decía en su diario; El cual Alex. Su hermana. Me lo entrego meses atrás, debido a que entre sus pertenencias encontró una carta que dejo escrita Kara antes de morir. Como un testamento. Dejando estipulado que el diario sería entregado a mi en caso de que ella llegara a fallecer. Con Reign suelta en la calle, de alguna forma sabía que su destino estaría marcado. Cómo hubiese deseado que ese ser nunca hubiera parecido.

Pero de alguna forma capturaron a Reign y por fortuna no hubo más incidentes. Hasta que...la vi, parada en mi oficina y detrás estaba Jess, mi asistente quien estaba algo alterada, debido a la intromisión.

- Lo siento Srita. Lena. No pude detenerla a tiempo. - La asistente en cuestión estaba cansada de tal manera que había corrido una maratón al perseguir a...
- Tranquila Jess, puedes retirarte. Yo me encargaré a partir de ahora. - Lena se mostraba serena e indiferente o al menos eso quiere aparentar. La asistente se retira dejando a Lena con la intrusa quien era... - ¿Se puede saber que haces aquí Samantha?
- Vengo hablar contigo. Ya sabes sobre qué.

Su sola presencia alteraba mis sentidos y no de una buena forma. Era evidente las razones; ella era Reign y con esa simple realidad no podía más verla de la misma forma. No a la asesina de mundos, a la asesina de Kara.

- Aún no entiendo cómo Alex te dejo libre. - Suspiro pesadamente.
- Ella me dió una nueva oportunidad. Me e esforzado en cambiar Lena, y quiero demostrártelo de la misma forma que a ella. - Se mostraba apenada.
- Mataste a su hermana, esa es razón suficiente para refundirte en la prisión por el resto de tu vida. - Gira sobre su silla hacia el ventanal y dándole la espalda a Samantha.
- Lena entiende que esa no era yo. Fue la personalidad de Reign yo... - Hizo una pausa. Y sus puños los estrujaba tan fuerte que era posible ver el color blanco de sus nudillos. - ¿Crees que no me arrepiento? Cada misero segundo quiero retroceder el tiempo y cambiar todo. - Fruncía entre cejo.
- ¿Por que no lo haces? Digo ese tal, Flash, por lo que se, puede hacerlo. Tú podrías alcanzar su velocidad y....perderte en el tiempo y desaparecer. - Lena jugaba con su bolígrafo.
- Veo que no quieres escucharme.
- ¿Debería? No tengo razones por las cuales deba hacerlo. - Se levanta de su asiento rodeando su escritorio lentamente se aproxima a Samantha para quedar frente a ella. En sus ojos mostraba la ira hacia Samantha. - Lo único que lamento de esta situación es tu hija. Ella a tenido que pagar las consecuencias de todo esto.
- Se por Alex que tu has pagado sus estudios, y de verdad estoy agradecida por ello. - Esquiva la mirada intensa de Lena.
- La niña no tiene la culpa de que su madre sea una asesina. de alguna manera nos identificamos. Pero...- hizo una pausa. - Si cometes un solo error, yo...
- No lo haré Lena. - La interrumpe Samantha. Esta vez confrontando su mirada sin vacilar. - Te demostraré que las cosas son diferentes ahora. En fin a lo que venía...Tu madre ammm, ¿Lilian cierto?
- ¿Que hay con ella? - Lena retrocedió un paso. Cruzando sus brazos y alzaba una ceja inquisitivamente.
- Al parecer escapó de la cárcel y...
- Lo que faltaba. - Suspiro pesadamente. - ¿Y quieres saber ahora sí se a encontrado conmigo?
- ¿Lo hizo? - Pregunto Samantha.
- No, realmente no, en todo caso le diría a Álex no a ti. - Regreso a su asiento y retomó su trabajo. - Ahora. Te agradecería de corazón que te marches y no perturbes mi trabajo ni el de los demás en la empresa. Y por favor, déjalo por la paz ya ese asunto de la redención, ese papel no funciona conmigo. - Mostrándose firme e indiferente la CEO. Samantha se marcha resignada a perder a su amiga.