El diario de Kika

193 0 0
                                    



Esta historia fue escrita por: mia_ana__

Reservados todos los derechos de autor

Copyright 2014







Miércoles 11:

Hola, hoy es miércoles 11 y ya me cuesta recordar en que día vivo. Lo cierto es que no se como he llegado a esta situación, en la que todo me da igual, simplemente me dedico a ver como los días van pasando y como mi vida se consume.

Perdonen mi mala educación, llevo un buen rato hablando y ni siquiera me he presentado, me llamo Kika, o por lo menos así me llaman. No, no soy Kika súper bruja, ojalá tuviese un libro de brujería capaz de hacer que mi mundo cambiase en algo, pero resulta que no es así. Solo tengo un libro en el cual llevo las cuentas de lo que como y lo que peso, mucha gente debe pensar que estoy loca, y puede que tal vez sea así, pero a mi modo de ver es solo una manera de vida, para controlar de manera sana mi alimentación.

Tengo 18 años, soy mala estudiante, he fracasado como hija, novia, alumna y como persona. No sufro ningún tipo de problema, pero el caso es que mi propio reflejo se ha convertido en mi peor enemigo, haga lo que haga nunca me siento a gusto con lo que veo en el espejo. Durante años he vivido odiando me a mi misma porque no soy perfecta, y con perfecta me refiero a que no soy ni alta, ni guapa, ni lista, ni mucho menos delgada y parece ser que todo lo que hago lo hago mal, o desde luego me sale del revés...

Jueves 12:

Hoy es jueves 12 , supongo que es algo de esperar, ya que los días de la semana y los números siguen un orden, y dentro de ese orden, el jueves va después del miércoles y el 12 después del 11. Pero en realidad... ¿A quién le corresponde decidir si el miércoles va antes que el jueves, o que el 12 no puede ir antes que el 11? La verdad es que nadie lo sabe, simplemente seguimos las normas que nos dictan, sin preguntarnos el por qué de las cosas. Puede que muchas veces sea más fácil y menos doloroso asentir sonreír y seguir las normas, pero de vez en cuando, el mundo debería revelarse un poco contra lo "normal" y apoyar lo diferente, porque lo diferente es lo que nos hace avanzar. Por ejemplo, todo el mundo creía que lo normal era que el Sol girase al rededor de la Tierra, hasta que un hombre dijo algo distinto y demostró, que a veces las opiniones generales, no son las acertadas. Y con esto, no me refiero solo a la ciencia, sino también a las modas, porque está sociedad de hoy en día, (en la cual me incluyo) nos ha dado a entender, que la belleza de una mujer está en su peso, y no en su personalidad. Si no que las mujeres bonitas, son mujeres de metro ochenta con un peso de 45 kilos... Y eso duele, duele saber que tal vez no eres suficientemente alta, o que no estás suficientemente delgada como para poder ser perfecta, y sientes que en el mundo ya no hay sitio para ti... Porque empiezas a sentir, que el mundo no te acepta y dejas de quererte, empiezas a avergonzar te de ti y como el mundo no te acepta tú tampoco quieres hacerlo. Pero puede, que el problema no seas tú... Sino la sociedad, o por lo menos eso nos dicen.

Hoy es un día de esos fríos, nublados, esos días en los que las calles están vacías y huele a lluvia. Sin duda es de mis días preferidos. Esos días en los que me quedaría todo el día en la cama durmiendo, leyendo, escuchando música, o simplemente viendo la vida pasar mientras oigo la lluvia caer. Pero sin embargo como todos los días me he levantado a las 7:00 de la mañana, me he lavado la cara, me he vestido y he bajado a desayunar o mejor dicho "desayunar" luego me he lavado los dientes, he recogido todos mis libros y me he ido a clase. Sinceramente uno de los motivos por los cuales me hubiera gustado quedarme en casa es porque no me gusta ir a clase. Lo odio, no me gusta la gente, y mucho menos la gente que hay en mi instituto. Aún así, he ido con una sonrisa, de esas que hacen ver a los demás que eres feliz (aunque la realidad se otra). Es curioso todo lo que uno puede esconder detrás de una sonrisa.
Después de clase, vuelvo a casa. Abro la puerta y me golpea un fuerte olor a comida, (tengo hambre) saludo a mis padres con un beso y me encierro en mi habitación.

- Cariño baja a comer, he hecho tu comida preferida.

Mi estómago no para de recordarme que tengo hambre, me pide a gritos que coma algo, pero la voz que hay en mi cabeza no para de repetirme (Gorda, fea, asquerosa, deberías estar muerta,gorda, fea, asquerosa, deberías estar muerta, eres débil, así nunca serás perfecta...)

- Mamá, no tengo hambre... He comido fuera de casa con unas amigas.

(Mamá, lo siento.)

Cierro la puerta de habitación, sólo quiero estar sola. La verdad es que odio mentir a mi madre, pero a veces es necesario, debo luchar si quiero llegar a ser perfecta.
Estoy sola en la oscuridad de mi cuarto, fuera está lloviendo y todo parece perfecto...hasta qué las voces vuelven a mi (Inútil, mentirosa, gorda, deberías morir, no puedes seguir comiendo, cerda, niñata, eres pura grasa) intento ignorar las voces, me pongo los cascos, (Slipknot: psychosocial ) y subo el volumen al máximo, pero las voces continúan (soy parte de ti, siempre estaré contigo, no puedes ignorarme) me obligo a repetirme una y otra vez que en mi habitación solo estoy yo y que las voces no existen que son sólo parte de mi imaginación, tengo miedo, miedo de estar sola conmigo misma y de las voces que habitan en mi cabeza. Necesito distraerme, así que cojo mis cosas y bajo las escaleras a toda prisa.

- Cariño, ¿A dónde vas?

Mi madre me ha oído bajar las escaleras.

- Mamá voy a dar un paseo.

- Pero sí está diluviando, ¿Cómo vas a salir?

- Mamá, sabes que me encanta la lluvia, no pasa nada, es sólo agua, no tardaré mucho.

Beso a mi madre en la mejilla y salgo de casa.

- Cariño, sólo te pido que vengas a cenar, me gustaría que cenásemos todos juntos.

Estoy suficientemente lejos como para hacer que no lo he escuchado.

Debo confesar que los días de lluvia me gustan tanto porque son oscuros, fríos y solitarios. Supongo que de alguna manera me siento identificada con ellos.

Llevo los cascos puestos y la música al máximo, no quiero saber que pasa ahí fuera, me da igual. Ahora mismo, en este instante, solo estoy yo la música y la lluvia que moja mi cara. Ahora mismo en este segundo de mi vida todo parece mejor, las voces han desaparecido e incluso podría decir que soy "feliz".








Viernes 13:

Hoy es viernes 13, supuestamente es el día de la mala suerte y todo debe salirte mal. Pero la verdad es que para mi eso no es ningún problema ya que yo no suelo tener buenos días. Me da igual que sea 13 o 25 , mis días siguen siendo los mismos, sigo sin tener ganas de nada y sigo siendo la misma foca que fui ayer. Me he levantado a las 7:00 como de costumbre, me he vestido he cogido una manzana e intento escabullirme de mi casa sin que se den mucha cuenta, pero ya es tarde el parqué me ha delatado.

Como de costumbre mi madre se asoma por la ventana y me lanza un beso.

- Cariño que tengas un buen día

(como sí eso fuese posible)

- Gracias mamá.

Le sonrío de la mejor manera posible he intentó parecer convincente.
Me doy media vuelta y salgo por la puerta. Enciendo el móvil y busco música. Debo decir que la música es mi mundo, es lo que me relaja, es mi hombro en el cual llorar, es lo que me hace reír... La música es lo que me salva la vida varias veces al día. Mucha gente odia mi música y lo llama ruido, sólo porque no es música pop comercial. Mi música es el punk el heavy el rock el post-hardcore... Es música que consigue llegarme al alma es la música que sabe expresar como me siento, es lo que habla por mi.

Siempre que me siento sola pongo música y el alma se me ilumina. Sí, puede que sea un poco rara de echo en el instituto soy el bicho raro, la que apenas come, la de la música rara y la que viste con colores oscuros. La gente se cree que soy gótica incluso mi madre cree que algo de gótica tengo y yo no lo niego, pero estoy harta de ser la chica rara en todos lados, no encajo en ningún lugar, no soy la novia que buscan los chicos ni la amiga que buscan las chicas.

Llego tarde a clase, y el metro va cada vez más despacio, no aguanto más siempre me toca ir corriendo a todos lados y además para mejorar la situación mi estómago empieza a gritar recordándome que no le he dado nada. Entonces me acuerdo de la manzana que está en mi bolso, pero las voces vuelven a mi, como de costumbre para recordarme que no debo comer. ( debes ser ligera, no comas, siéntete limpia por dentro, no ensucies tu interior )

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 21, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El diario de KikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora