STREET DANCE || YSY & LTY

XXIII. Oh Sh*t

Al entrar en el apartamento y ver que ya era tarde, decidí preparar la cena para todos. Sabía perfectamente que Kelsey no me ayudaría ya que no le gustaba nada cocinar, y viendo cómo acabó la última vez (esa misma mañana) mejor hacerlo yo sola. Así que me puse cuanto antes para poder terminar rápidamente.

Comencé a sacar todo lo necesario, y por suerte, me llegaba para todos, ya que trajimos comida de más. Me puse manos a la obra hasta que de repente, fui sorprendida por dos manos en mis hombros. Del susto casi tiro todo y me llevé la mano al pecho. Me di la vuelta, dispuesta a echarle la bronca a Kelsey por darme tal susto; pero me llevé una gran sorpresa cuando vi quien era en realidad: Seongyeol. Él reía divertido. mientras yo seguía recuperándome del casi infarto.

-Lo siento~ no fue mi intención asustarte. -dijo aún riendo.

-Yo no veo que lo sientas mucho... -dije haciéndome la enfadada. Pero al final no pude evitar reír con él.

-Venía a ayudarte, ya que me ha dicho Kelsey que la cocina no es lo suyo...

Maldije a mi amiga en mis adentros. ¿Por quién más iba a estar Seongyeol aquí? Por nadie más que por Kelsey.

-Oh, no hacía falta... Pero gracias. -le dije con una sonrisa tímida.

-No es nada~ -me revolvió el pelo cariñosamente y me sonrojé.- Dime qué puedo hacer, yo te ayudo en lo que sea que me digas.

-Pues... -di varias vueltas a la cocina con la mirada buscando algo en lo que me podría ayudar.- Podrías... lavar los vegetables. -dije medio preguntando.

-Claro~ -enseguida se puso a ello y yo me puse a hacer otras cosas.

Estaba tranquilamente preparando la bandeja para poder ir sacando los cubiertos y demás. Una vez terminé, fui a dejarla en la mesa y coloqué todo para poder volver a llevármela. Iba tan empanada que ni me di cuenta de que estaba Seongyeol. Me choqué contra él y la bandeja salió volando. Ambos fuimos a cogerla para evitar que se cayese, y lo conseguimos. Levanté la mirada y lo vi muy cerca. Enseguida me aoarté avergonzada.

-¡Perdón! No veía por dónde iba y- -fui callada por su mano. O mejor dicho manaza.

Empezó a reír y a decir que no pasaba nada; y yo, roja como un tomate, aún con su mano tapándome la boca. Cuando apartó la mano, de repente se puso serio, cosa que me tensó. Entonces me fijé en cómo miraba mis labios, y yo no sabía ni dónde meterme. ¿Iba a ocurrir? Solo de pensarlo se me aceleraba el ritmo cardíaco.

Y entonces... pasó. Cerré los ojos por instinto y no me atreví a moverme ni un milímetro. Él, colocó su mano delicadamente en mi mejilla. Estaba ligeramente agachado; yo no era un tapón, pero él tampoco lo era. Es más, me sacaba casi una cabeza. Nunca me había sentido tan pequeña, ya que siempre era la alta. Nos separamos para poder respirar y me miró dudoso.

-Lo siento... ha sido un imp- -y sin yo misma creérmelo, lo callé volviéndolo a besar.

Pude notar cómo se sorprendía, pero después sonrió entre el beso. De repente sentí cómo colocaba sus manos en mis piernas invitándome a subir. Dudé muchísimo, ya que temía pesar demasiado como para que me cogiese. Pero tampoco quería que se sintiese rechazado, asi que accedí. Una vez me cogió, coloqué mis manos en su cara. Supongo que notó que estaba incómoda, asi que me se giró para sentarme en el mármol. Entonces ahí el beso se volvió más apasionado. Movió su lengua pidiéndome permiso para entrar y yo le dejé. Nuestras lenguas se enredaban sin parar. Ni yo misma me creía lo que estaba pasando.

Entonces recordé que no estábamos solos y me entró el pánico. De repente, Seongyeol se separó como si hubiese leído mis pensamientos y miró hacia el suelo avergonzado. Escuché los gritos de Kelsey y entonces supe por qué se había detenido.

-Oh, mierda... -pensé para mí misma.

Deseé con todas mis fuerzas que por lo menos estuviese solamente mi amiga, pero para mi desgracia, también estaba Taeyeong.

-No es... -intenté explicarme pero no me salía nada.

-¡Por Dios! -gritó Kelsey y salió corriendo. Obviamente yo salí tras ella para evitar que dijese nada.- ¡Por fin! ¡Lo sabía! -gritó en español, cosa que agradecí.

-¡Kelsey! ¡No! -supliqué.

Estuvimos corriendo por toda la casa mientras ella reía como una loca. Los chicos, nos miraban confusos, cosa que me pareció normal; pero también claramente divirtiéndose. En un momento vi cómo Seongyeol y Taeyeong salían de la cocina. Para mi suerte Taeyeong no dijo nada, pero tenía una sonrisa pícara. Seongyeol también traía una pequeña sonrisa, pero estaba sonrojado. Al final fui arrastrada por Kelsey hasta la cocina. Una vez entramos, cerró la puerta y me miró con una gran sornisa; la cual evité, aún avergonzada.

-¿Y? -dijo, esperando a que le dijese algo, pero yo me quedé callada.- Venga va, si me cuentas todo con detalles no digo nada~

Estuve dudando muchísimo, ya que no estaba segura de si se lo contaría a alguien, pero al final terminé accediendo de mala gana. Mientras se lo contaba, me vacilaba con esa sonrisa tan molesta. Nada más terminar chilló dejándome casi sorda, y le tapé la boca con mis dos manos. Decidí terminar lo que me había queedado por preparar y ambas lo servimos.

Durante toda la cena estuve recibiendo miradas molestas por parte de Kelsey y Taeyeong. Los demás estuvieron preguntando todo el rato que qué había ocurrido, pero se quedaron las ganas. Hyojin y Taeyou me miraron sospechosos. Sabía que no me iba a librar de ellos.

Cuando terminamos, recogimos todo y decidimos salir a dar una vuelta. Después del bochorno que había pasado por haber sido pillada en aquella situación, lo que más necesitaba era en aquel momento era aire fresco.

Más adelante iban Seongyeol y Taeyeong hablando y me entró curiosidad. Asi que me aparté de los demás sin que se diesen cuenta. Escuchar conversaciones ajenas estaba mal, pero no pude evitarlo.

-Gracias por no decir nada... -conseguí esuchar decir a Seongyeol. Enseguida supe de qué hablaba.

-No es nada, hyung. -respondió con una sonrisa Taeyeong.- ¿Sabes? Es que yo también preferiría que no lo supiesen si me pasase lo mismo con Kelsey... -admitió tímido.

Al escuchar aquello, me llevé las manos a la boca y sonreí.

Lo sabía.