STREET DANCE || YSY & LTY

XIX. ¿Por qué?

-¿¡TE CREES QUE SÓLO TE IMPORTA A TI!? -nada más entrar fuimos asustadas por un grito de parte de Seongyeol, quien estaba en el sofá sentado, desesperado.

Me eché las manos a la cabeza, literalmente. Y Kelsey no se quedó atrás. Estaba todo bastante desordenado, como si hubiese pasado un tifón. Jin intentaba tranquilizar a Seongyeol; y Yuseong, Taeyou y Yuseong no estaban. Supuse que dos de ellos estarían tranquilizando a la persona que Seongyeol había gritado. ¿Pero quién? Enseguida me vino alguien en mente al recordar lo ocurrido a la mañana: Taeyeong.

-¿Qué está pasando? -le preguntó Kelsey a Hyojin preocupada no, lo siguiente.

Hyojin comenzó a explicar todo con detalles. Nos dijo que hubo una pelea entre Taeyeong y Seongyeol; que Seongyeol se enfadó por la reacción tan infantil que tuvo Taeyeong y comenzaron a discutir en la habitación a la que Taeyeong había ido. Luego fueron al salón y empezaron a desahogarse tirando cosas mientras se gritaban. Jin tuvo que retener a Seongyeol y Taeyeong se fue a la habitación aún más enfadado. Yuseong y Taeyou fueron tras él para tranquilizarlo. Y la pobre Hyojin sin saber qué hacer, gritando que parasen. Kelsey abrió la boca muy sorprendida sin poder creérselo. Y yo, como de costumbre, me quedé en shock. Estaba paralizada. ¿Por qué ocurría todo esto? No podía moverme. Ni hablar. Nada. Nunca pude imaginar una situación así entre ellos. Y menos por nosotras.

De repente no pude evitar sentirme fatal. Muchas preguntas vinieron a mi mente. ¿Debería habérmelo callado? ¿Haber tenido más cuidado al decir las cosas? ¿Pensar en las reacciones y sentimientos de los demás? ¿Deberíamos habernos quedado y no habernos ido a casa para haber podido evitar toda ésta catástrofe? Mi cabeza iba a explotar.

-¿Michi? ¿Estás bien? Estás muy blanca... -se acercó Hyojin a mí y colocó su mano en mi hombro, preocupada.

-T-todo ha sido mi culpa... Lo siento... -dije por fin, casi en un susurro.

-¿Cómo va a ser tu culpa? No digas tonterías. -dijo Kelsey, acercándose a mí también.

Mi respiración comenzó a acelerarse. Mis piernas temblaban. Comenzaba a darme un ataque de ansiedad. No podía soportar que todo esto estuviese pasando por mi culpa. Por unas palabras que nunca deberían haber salido de mi boca. O que deberían haber sido dichas con más tacto. Comencé a marearme. Todo me daba vueltas. Me tiré al suelo de rodillas con las manos en la cabeza del dolor que empezaba a sentir.

-¡MICHI! -gritó Kelsey.

Entonces, mi cabeza no aguantó más y me desplomé.