Shailene.
- Me desperté con la alarma de mi celular, mi pequeño y malo celular, es un celular pequeño y táctil con sistema Android, aunque a veces me saca de quicio, de veras, a veces quisiera tirarlo por mi ventana en vez de bancarmelo pero, no puedo hacer nada al respecto, o si no, no tendría celular en un considerable tiempo.
- Fui a mi baño, me metí a la ducha con agua extremadamente caliente, que para alguien normal le causaría gritos a causa de quemaduras, pero a mí, a mí me relaja esta temperatura, en realidad, no saben la cantidad de veces que mis padres me retan por ducharme con el agua a estas temperaturas pero, es totalmente inevitable para mí. Mientras el shampoo se sale de mi rubio cabello cuando estoy bajo las gotas de agua, tomo mi cepillo de dientes y me cepillo fuertemente, ya que me encanta tener buen aliento y mi boca muy limpia, amo ver mis dientes limpios, y lo sé, la gente normal no hace esto, pero les diré algo, no soy tan normal. Cuando termino envuelvo mi toalla a mi alrededor y salgo del baño, directamente a mi habitación, me seco y tiro la toalla al piso, menos mal que mi ventana se encuentra cerrada con las cortinas en este mismo estado, una vez hice esto y no me percaté de eso, uno de los días más vergonzosos de mi vida. Pongo el secador de cabello a funcionar sobre el mío hasta que está seco, frente al espejo empiezo a ponerme mi maquillaje ligero, sólo un poco de rubor, rímel y brillo labial, ya que soy blanca no necesito muchas cosas, aparte ese poco de rímel le quedan bien a mis ojos azules. Recojo mi pelo en una cola de caballo con una cola roja, me pongo mis lentes sin aumento, mis Ray Bans, amo estos lentes, nunca necesité alguno ya que siempre me cuidé la vista, pero amo ponerme estos, no sé por qué. Me pongo una camiseta Gris que tiene escrita en medio “I’m Parawhore” y mis jeans ajustados con mis converse rojos hasta los tobillos que hacían juego con mi colita. Me miré por última vez al espejo y tomé mi bolso con mis cosas y bajé las escaleras.
- Bajo y encuentro esta escena, mis padres sentados en la mesa del comedor, mi madre desayunando no se qué y mi papá haciendo lo mismo pero leyendo a la misma vez el periódico, y a mi Diamond jugando con mi hermosa Meredith, mi perra y mi gata respectivamente, un beagle y un Scottish Fold, mis dos ángeles, aparte de mis libros y mi música.
-Buenos días caramelito!- dice mi padre, sabe que odio las mañanas y que me llamen ‘caramelito’ , es temprano, y me llama así, ¿qué clase de cara espera que ponga?.
-Papá por favor! Ya deja de decirme así que ya tengo 16!
-Vamos Shailene, sabes que quisieras regresar a esos tiempos- dice con una pequeña sonrisa-.
-Sí Shailene, vamos, siéntate para servirte tu desayuno.-Dice mi madre-.
-Uhg, Buenos días de todas formas. –Digo cortante, ya me hicieron molestar hoy, ¿puede pasar algo más este día?.
- Me sirven el desayuno, Panquecas con queso y jugo de naranja, creo que fue lo mejor que salió de esta mañana hasta ahora porque, amo esa comida, mi mamá sabe cómo subirme el ánimo.
- Salgo de casa con mis auriculares puestos desde mi Ipod, este aparato que tanto amo porque tiene mis juegos, aplicaciones y canciones que amo, es otra de mis cosas favoritas.
- Escuchaba mi canción favorita, de mi género favorito, de uno de mis DJ’s favoritos, Find You de Zedd, música electrónica, la amo a esa canción, llevo muchos meses trabada con ella, somos como la pega instantánea y la piel cuando se juntan por accidente. Iba desconsentrada viendo hacia un lado mientras caminaba y escuchaba mi canción, tanto que alguien choca conmigo, no sé quien ni qúe es, sólo estoy quejándome de mi horrible dolor de cabeza que se ha causado gracias al golpe. Siento unas manos envolviendo las mías para ayudarme a levantarme, abro los ojos y me quito los auriculares, entonces lo miro..Esos ojos verdes tan…desconcertantes, esa piel blanca, su pelo desordenado, y ese tatuaje de dos pájaros asomados por el cuello de su camiseta, éste chico estaba más que bueno.
- Hola! Perdón! Enserio no te vi iba desconcentrad- Lo interrumpí.
- No importa – Digo con una gran sonrisa – está bien, yo también venía desconcentrada.
- Se queda un rato mirándome, tanto que se me hace incómodo pero lindo a la v…¡POR FAVOR QUE ESTOY DICIENDO! Sólo me lo topé en la calle y digo tonterías, sacudo mi cabeza para apartar las voces y lo escucho decir
-Amm..Como sea.. ¿a dónde ibas? Podría acompañarte. –dice un poco inseguro-.
- No. No, está bien, iba de camino a mi colegio – dije sonriendo-.
-Bueno, está bien, de todas maneras tenía que ir corriendo a casa. –dice con una muy leve sonrisa-
-Bueno, Adiós. –Le digo-.
- Adiós. –dice.
-Y lo veo alejarse, pensando si lo volvería a ver, porque aunque por más que intentara apartar las voces de mi cabeza de esa manera, era inevitable, pero no creo conseguírmelo de nuevo, la vida no es tan buena. Me coloco mis auriculares de nuevo y sigo caminando hacia donde estudio, mientras recuerdo e imagino las escenas de mis libros que he leído, amaba hacer eso, imaginarte una película en tu mente sin siquiera haberla visto, eso era lo que amaba de leer, aparte de mejorar tu vocabulario.
-Llego justo a tiempo para escuchar la campana de entrada, me muevo corriendo hacia el interior, hacia mi clase de Castellano, pensando en ese chico del que me enamoré fugazmente sin siquiera saber su nombre, sólo sabía que gracias a él me dolía la cabeza y mi cabello rizado y rubio estaba ligeramente despeinado.